
“Belén”, la película dirigida y protagonizada por Dolores Fonzi es la candidata argentina para los próximos premios Oscar y Goya. Este filme basado en una historia real cuenta con la actuación de la santiagueña, Luisa Paz, quien interpreta a una socióloga.
Luego de la excelente performance en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, donde la tucumana Camila Pláate ganó la Concha de Plata, la película “Belén”, tendrá que recorrer el camino en la Academia para llevarse la estatuilla que obtuvieron “La historia oficial” y “El secreto de sus ojos”.
En diálogo con Info del Estero, la actriz santiagueña resaltó la importancia de que el cine nacional siga siendo competitivo a pesar del desguace que sufrió en el último tiempo.
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“Es maravilloso que esté pasando eso y que la gente lo haya tomado como un mensaje de que pase lo que pase se puede seguir luchando, se puede seguir teniendo una utopía”, expresó sobre la película que originalmente fue pensada para plataformas on demand, sin embargo, por su éxito de taquilla fue proyectada en cine.
El caso real que inspiró “Belén”
El 21 de marzo de 2014, una joven de 25 años ingresó al Hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán con fuertes dolores abdominales y un sangrado abundante. El diagnóstico inicial de los médicos fue un aborto espontáneo de dos meses.
Sin embargo, lo que debía ser un procedimiento de urgencia se convirtió en una de las causas judiciales más controversiales de la última década en Argentina.
El personal del hospital denunció a la paciente ante la policía. Según los reportes, una enfermera aseguró haber hallado un feto en un baño, versión que dio origen a la imputación. A partir de ese momento, la joven —conocida públicamente bajo el nombre ficticio de “Belén” para proteger su identidad— fue esposada, acusada de homicidio agravado por el vínculo y trasladada directamente a prisión.

Durante el juicio, la fiscalía sostuvo la hipótesis de que Belén había ocultado un embarazo avanzado y había provocado intencionalmente la interrupción. La Justicia tucumana la condenó a ocho años de prisión, basándose en pruebas irregulares y contradicciones médicas.
Entre las inconsistencias señaladas luego por organismos de derechos humanos, se destacaba la ausencia de cadena de custodia sobre el cuerpo del supuesto feto y los informes clínicos que inicialmente hablaban de un aborto espontáneo.
Belén pasó casi tres años encarcelada en prisión preventiva. En ese tiempo, escribió una carta abierta en la que relató el impacto de la privación de la libertad y denunció haber sido condenada por prejuicios sociales: “Me condenaron solo por dichos, por ser humilde, por ir al hospital, por no tener plata para pagar una buena defensa”
La abogada Soledad Deza, de la organización Mujeres x Mujeres, tomó el caso casi por azar en 2016, cuando descubrió que había una mujer presa por un aborto espontáneo. Su defensa fue clave para visibilizar las irregularidades del proceso.
Finalmente, el 16 de agosto de 2016, la Corte Suprema de Tucumán anuló la sentencia y ordenó la liberación de Belén, al considerar que se trataba de una condena arbitraria dictada con base en prejuicios de género. En marzo de 2017, el tribunal provincial dispuso su absolución definitiva.
La historia de Belén coincidió con el nacimiento de movimientos sociales de gran magnitud. En junio de 2015, miles de personas salieron a las calles bajo la consigna #NiUnaMenos, exigiendo el fin de la violencia de género y la criminalización de emergencias obstétricas. Años más tarde, el caso sería un símbolo en el debate legislativo por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), aprobada en Argentina en diciembre de 2020.