
La apertura de un local de prueba de The Cheesecake Factory en el shopping Alto Palermo no pasó desapercibida. La icónica cadena californiana, famosa por su aparición en The Big Bang Theory, desembarcó en Buenos Aires con sus célebres tortas de queso al estilo neoyorquino.
El debut generó largas filas y demoras, con clientes dispuestos a pagar entre $12.000 y $14.000 por una porción individual. El precio y el tamaño ofrecido rápidamente se convirtieron en tema de debate… y en oportunidad de oro para otro protagonista: Grido.
La cadena cordobesa de helados lanzó un picante posteo en X (ex Twitter): “Por esa misma plata venís a Grido, te comprás una torta entera de 12 porciones y todavía te queda un tupper, ¿qué más querés, papá?”.
El mensaje se viralizó con más de 44,5K me gusta y cientos de comentarios que compartían fotos de alacenas repletas de los famosos tuppers azules que acompañan a los productos de la marca.
Dos mundos, dos estilos
Mientras The Cheesecake Factory probó un formato “pick up point” con stock limitado de 4.500 porciones traídas desde EE.UU., Grido recordó su propio recorrido: desde su origen en Córdoba en el año 2000 hasta convertirse en la cadena de heladerías más grande de Argentina, con 1900 locales distribuidos entre Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y Perú.
Hoy produce 90 millones de kilos de helado por temporada en su planta del Parque Industrial Ferreyra y combina precios accesibles con alianzas estratégicas junto a marcas como Milka, Oreo y Toddy.

El duelo simbólico
La llegada de una de las cadenas gastronómicas más reconocidas del mundo al país fue noticia internacional, pero en las redes sociales, el golpe de efecto se lo llevó Grido, que con humor y cercanía conquistó al público local.
El CM argentino se quedó con el verdadero premio: los likes.