
El Gobierno de Javier Milei sorprendió -una vez más- a los habitantes de Bahía Blanca. Es que semanas después de reducir a la mitad los fondos para la reconstrucción de la ciudad, el Estado comenzó a facturar al municipio por el uso de dos puentes de emergencia instalados por el Ejército.
Estos puentes modulares Bailey fueron cruciales para restaurar la conectividad luego de los derrumbes provocados por la crecida del arroyo Maldonado.
La información, divulgada tras su publicación en el Boletín Oficial Municipal, revela que el municipio, gestionado por el peronista Federico Susbielles, firmó convenios con el Ejército por los cuales debe abonar una suma superior a los $43 millones de pesos cada tres meses, monto que incluye la prestación de los dos puentes más el seguro.
La decisión de aplicar un contrato de alquiler, en lugar de una cesión gratuita de los puentes, generó un fuerte malestar en la comuna, ya que la infraestructura era vital para una ciudad con su conectividad gravemente afectada por la histórica inundación.
Contraste con la promesa de ayuda
El costo del alquiler, establecido en los decretos municipales 2188 y 2189, detalla que la comuna debe pagar $17.670.949 por cada puente Bailey, más casi $8.5 millones en concepto de seguro, con una opción a prórroga de tres meses.
Esta facturación contrasta directamente con las declaraciones realizadas por el ministro de Defensa, Luis Petri, en marzo. En aquel momento, Petri había destacado en redes sociales que el Ejército había instalado los puentes en “tiempo récord”, asegurando: “Nunca vamos a dejar a los bahienses solos”, sin mencionar el costo del servicio.
Obras pendientes y Presupuesto 2026
El malestar en Bahía Blanca se agrava ante la revisión del Presupuesto Nacional 2026. Los concejales locales han elevado reclamos a la Nación por la omisión de obras significativas para la ciudad y por las evidentes inconsistencias en los proyectos que sí fueron contemplados.
Las dos únicas obras viales que figuran en las proyecciones del Gobierno—la reconstrucción de los puentes de la Ruta Nacional 35 (Arroyo Chasicó) y la Ruta Nacional 3 (Arroyo Maldonado), ambos destruidos en marzo— tienen el mismo monto presupuestado y solo muestran un 10% de avance proyectado para 2026, una ejecución considerada insuficiente que obliga a mantener los desvíos de tránsito.