Se cumple un año de la trágica muerte del ex One Direction, Liam Payne

Este 16 de octubre se cumple un año de la muerte del exintegrante de One Direction, Liam James Payne, quien falleció a los 31 años tras caer desde el tercer piso del hotel CasaSur, ubicado en el barrio porteño de Palermo. El hecho conmocionó al mundo entero y derivó en una compleja investigación judicial que hoy se aproxima al juicio oral con dos detenidos y una reapertura de causa sobre un tercer involucrado.

El trágico episodio ocurrió a las 17:10 del 16 de octubre de 2024, cuando un llamado al 911 alertó sobre la presencia de una persona gravemente herida en el patio interno del hotel. El personal policial y del SAME llegó pocos minutos después. “Cuando arribó el equipo de cercanía del SAME, constató que la persona había fallecido. Presentaba lesiones incompatibles con la vida producto de la caída”, confirmó en ese momento Alberto Crescenti, titular del servicio de emergencias.

En la habitación 310, donde Payne se hospedaba, los investigadores hallaron un escenario desordenado: muebles rotos, vasos con alcohol, restos de drogas y un televisor destruido. Según el llamado del encargado del hotel al 911, el cantante se encontraba “sobrepasado de drogas y alcohol” y actuaba de manera violenta.

La autopsia determinó que Payne murió por politraumatismos provocados por la caída, con 25 lesiones compatibles con impacto de altura. Los análisis toxicológicos revelaron un cóctel de sustancias —entre ellas cocaína, ketamina, MDMA y tusi— que indicaban un alto grado de intoxicación. Los peritos concluyeron que el artista cayó en estado de semi o total inconsciencia.

Una investigación que derivó en imputaciones y procesamientos

La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°16, a cargo de Marcelo Roma, inició la causa bajo la carátula de muerte dudosa. En los días posteriores se tomaron declaraciones a empleados del hotel y a las personas que estuvieron con Payne antes del hecho.

A fines de 2024, fueron procesadas cinco personas, entre ellas el empresario Rogelio Nores —amigo del cantante—, la gerenta y el jefe de recepción del hotel, y dos empleados: Braian Nahuel Paiz y Ezequiel David Pereyra, ambos señalados como proveedores de drogas.

En febrero de 2025, la Cámara Criminal y Correccional confirmó los procesamientos de Paiz y Pereyra y los envió a juicio por suministro de estupefacientes a título oneroso, reiterado en dos oportunidades. Ambos permanecen detenidos con prisión preventiva.

De acuerdo con la acusación del Ministerio Público Fiscal, Paiz realizó dos entregas de cocaína los días 14 y 15 de octubre, mientras que Pereyra habría hecho otras dos entre el 15 y el 16, pocas horas antes de la muerte. Las pruebas incluyen registros de cámaras de seguridad, chats extraídos de los celulares del músico y de los imputados, y testimonios de empleados del hotel.

La reapertura del caso contra un amigo del cantante

La situación judicial de Rogelio Nores —quien había sido sobreseído en febrero— volvió a quedar bajo la lupa luego de que la Cámara de Casación Penal hiciera lugar a un recurso de la Fiscalía General que pidió revisar su rol en la noche del hecho. Los fiscales sospechan que Nores habría facilitado drogas o no habría impedido el consumo, pese al evidente estado de alteración del artista.

El fallo del 11 de junio de 2025 habilitó la revisión del sobreseimiento y mantuvo abierta su situación procesal, por lo que el empresario podría volver a ser imputado.

A la espera del juicio

A un año del trágico desenlace, la causa por la muerte de Liam Payne sigue activa. Los dos principales acusados —Paiz y Pereyra— irán a juicio oral por narcotráfico, mientras que la investigación sobre la posible responsabilidad de Nores continúa en trámite.

En paralelo, fanáticos de todo el mundo recordaron al artista con mensajes en redes sociales y homenajes musicales. Payne, quien había iniciado una carrera solista tras la disolución de One Direction, dejó un legado artístico que aún emociona a millones de seguidores.

El juicio podría comenzar antes de fin de año, mientras la Justicia intenta esclarecer los últimos momentos del músico británico y determinar si su muerte pudo haberse evitado.