Comerciante denunció a tucumanos por intento de estafa: Los citó en una Shell y llamó a la policía

Luego de días de recibir llamadas de fuera de la provincia, Emiliano Oliveira, un comerciante santiagueño, decidió seguir el juego a personas que decían ser de una distribuidora avícola de Tucumán. A través de una llamada telefónica le pidieron una cita para que entregara $20.000.000 a modo de “seña” para la compra de 1.200 cajones de pollos.

El proceder de los presuntos embaucadores fue lo que lo hizo dudar desde un principio sobre la veracidad del comercio. Sin embargo decidió “seguirles el juego” para ver hasta dónde llegaban, entendiendo que podía tratarse de una organización delictiva que, en cualquier momento iba a cobrarse una víctima.

Emiliano Oliveira, comerciante independiente.

“Ayer me mandaron un mensaje, me dicen que son de una distribuidora, que trabajan con una marca con la que trabajábamos nosotros. Ellos me decían que eran de una avícola con representación en Tucumán de esa marca. Me empiezan a ofrecer pollos, a pasar precios que no eran reales”, relató el trabajador independiente.

Según precisó, se dio cuenta “al toque” porque lo empezaron a llamar repetidas veces, incluso a la madrugada y le insistían con reunirse. “Por WhatsApp, les sigo la corriente y los empiezo a ‘descansar’. Hoy a la tarde, me mandan un mensaje y me dicen que supuestamente andaba un vendedor en la zona y yo les paso la ubicación para que nos juntemos”, continuó.

Les pidió encontrarse en una estación de servicio de Colón y Solís, cerca de su vivienda. Al llegar al lugar notó “nerviosos” a los sujetos, además de “un montón de indicios que me llevaban a darme cuenta”. “En ese momento, ellos me dicen que para hacer el pedido, yo tenía que hacer una entrega ahí mismo de $20.000.000”, afirmó.

Algo totalmente descabellado para alguien que trabaja en el rubro, dado que todas las transacciones se realizan por intermedio de un banco. “Quería que yo saque $20.000.000, se los ponga arriba de la mesa y me vaya y después me mandaban el pollo, supuestamente”, contó.

Fue entonces que les pidió unos minutos para ir  buscar el dinero y llamó a la Policía de la Comisaría 3°. Al arribar al lugar, el personal les solicitó los documentos y constató que eran tucumanos y que el auto en el que se manejaban era alquilado. Según agregó Oliveira, la dirección que habían dado del supuesto comercio, no existía tampoco.

“Es una organización que está muy bien armada porque son varias personas, no andan armados y no tienen antecedentes penales. Entonces, la policía los identifica y la fiscal los libera después”, comentó. Esto a raíz de considerar que no hubo una estafa, dado que los supuestos embaucadores no se llevaron el dinero.

“Yo me he dado cuenta antes, no hay una necesidad de que yo tenga que darles los $20.000.000 y perderlos”, manifestó. En ese sentido, planteó que las compras siempre se realizan con un número de cuenta bancaria y, una vez que se transfiere la plata, le realizan el envío.

“Me ofrecían 1200 cajones de pollo. El total de eso, son $50.000.000 pero ellos me decían que yo tenía que entregar $20.000.000 en la estación de servicio y que después cuando me entreguen el pollo, les pagaba el resto a los del camión”, detalló.

El comerciante, indicó que, si bien estas personas no fueron acusadas, al menos quedaron identificados. “No es la primera vez que vienen, tienen todo estudiado, saben qué responderte, qué decirte…”, advirtió.