
San Lorenzo logró una pequeña tregua en medio de la tormenta. El club de Boedo abonó la deuda con el defensor colombiano Jhohan Romaña, quien había intimado a la institución y estaba a punto de declararse jugador libre por falta de pago. Con este acuerdo, el Ciclón evita sumar un nuevo conflicto deportivo y retiene a una de las piezas titulares de su defensa.
Según confirmaron desde la entidad azulgrana, también se efectuó el pago correspondiente al mes de agosto para una parte del plantel profesional —en especial a los contratos más bajos— gracias al ingreso de regalías anticipadas por parte de la marca que viste al equipo. Este mismo mecanismo ya se había utilizado meses atrás, cuando el plantel se declaró en huelga en la previa de los cuartos de final del Torneo Apertura, instancia en la que finalmente San Lorenzo venció a Argentinos Juniors.
Sin embargo, la buena noticia no alcanza para disipar la preocupación en Boedo. El próximo marte 21 de octubre vence el plazo para abonar la deuda con el Fondo Suizo, que reclama 4,7 millones de dólares y solicitó la quiebra del club. En las oficinas del Pedro Bidegain reconocen que será difícil reunir esa suma a tiempo, aunque la intención es renegociar un plan de pagos para evitar la medida judicial.
Desde el club aclaran que, por ahora, no se encuentran en situación de cesación de pagos: los empleados siguen percibiendo sus sueldos, pese a los atrasos y la delicada realidad económica. No obstante, la advertencia judicial mantiene en vilo a todo el mundo San Lorenzo.
En caso de que la quiebra se concrete, la Justicia designaría un síndico que pasaría a administrar los bienes y recursos de la institución. Este funcionario tendría la facultad de disponer de los activos del club para cancelar las deudas, con un plazo máximo de tres años para regularizar el pasivo y evitar la disolución o la subasta de los bienes.
San Lorenzo respira por ahora, pero el aire en Boedo sigue cargado de incertidumbre.