
Una investigación federal que inició en Salta reveló la existencia de una red de trata de menores que operaba cerca de un colegio. En la organización criminal estarían involucrados empresarios, un militar y un remisero, ahora imputados por explotación sexual de adolescentes de entre 12 y 17 años.
En el marco de la causa salieron a la luz reveladores audios y material que comprometen a los acusados. En uno de los expuestos ayer en la sala del juzgado federal de Garantías N°1 de Salta, se escucha al remisero decir: “tengo una de 16”.
Según publica el diario La Gaceta, el chofer está acusado de ser el organizador principal de la red. Su Volkswagen Voyage blanco transitaba diariamente por el barrio había dejado de ser un vehículo de trabajo para convertirse en un símbolo de terror para las adolescentes del establecimiento.
En medio de la investigación, el juez federal, Julio Leonardo Bavio dictó prisión preventiva para siete de los ocho acusados. Entre ellos estaban el remisero, los dos empresarios detenidos en septiembre y otros miembros de la organización, a quienes se sumó la imputación por asociación ilícita.
Además, un hombre de Campo Quijano recibió arresto domiciliario, confirmado desde la Justicia Federal. Mientras tanto, la investigación avanzaba con peritajes a celulares y la apertura del secreto bancario para rastrear transferencias de dinero, ya que según la Fiscalía, los estudiantes vírgenes eran ofrecidas por hasta $200 mil.
La fiscalía calificó el caso como “de gravedad sin precedentes”. Involucraba a nueve personas y dejaba al descubierto una trama de captación, abuso, filmación y coacción de chicas de entre 12 y 17 años. Las víctimas eran estudiantes de cuarto y quinto año del colegio cercano al barrio donde operaba el remisero. Algunas provenían de familias de clase media, otras de contextos más vulnerables. Todos compartían un rasgo: confiaban en un remisero al que conocían del barrio, sin imaginar que se convertiría en su captor.