A un mes del triple crimen de Florencio Varela, los familiares y allegados de las jóvenes asesinadas realizaron una misa en memoria de las víctimas. La ceremonia tuvo lugar en la rotonda de La Tablada y fue presidida por monseñor Jorge Torres Carbonell, obispo de La Matanza.
El encuentro, convocado por las familias de dos de las víctimas, reunió a decenas de personas que llevaron remeras con las fotos de las chicas y velas encendidas como símbolo de justicia. En la primera fila estuvieron las madres, abuelos y un pequeño hijo de una de las jóvenes, de apenas un año.
Tras la celebración religiosa, los presentes marcharon de manera pacífica por la Avenida Crovara, que permaneció cortada durante el homenaje. El reclamo principal fue el esclarecimiento total del caso y la captura de los prófugos.
La investigación, que será remitida a la Justicia Federal, tiene hasta el momento nueve detenidos y tres sospechosos que continúan siendo buscados. Según las primeras hipótesis, el hecho estaría vinculado a un ajuste de cuentas ligado al narcotráfico.
De acuerdo con la causa judicial, la organización delictiva operaba entre la villa Zavaleta —en el límite de Barracas y Pompeya— y el barrio 1-11-14 del Bajo Flores. Desde allí distribuían drogas hacia el sur del conurbano bonaerense y utilizaban distintos lugares de acopio, entre ellos la vivienda de Villa Vatteone donde ocurrió el crimen.
