Liderar en la incertidumbre: del control a la confianza

Por Cecilia Inés Russo*

Vivimos en tiempos donde planificar se parece cada vez más a navegar en un mar cambiante. Las certezas duran poco, los contextos se reconfiguran rápido y lo que ayer funcionaba, hoy deja de hacerlo. En este escenario, muchos líderes sienten que pierden el control. Pero tal vez el desafío no sea recuperarlo, sino aprender a liderar de otra manera: pasar del control a la confianza.

Durante mucho tiempo, el liderazgo se asoció con la idea de tener todas las respuestas, prever los riesgos y anticipar los resultados. Sin embargo, en un mundo BANI —frágil, ansioso, no lineal e incomprensible—, esas habilidades ya no alcanzan. Pretender controlarlo todo genera más tensión que orden. La confianza, en cambio, abre una nueva forma de sostener la conducción: menos basada en la previsión y más en la conexión.

Confiar no significa dejar las cosas libradas al azar. Significa reconocer que el control absoluto es una ilusión, y que el verdadero poder del liderazgo está en generar contextos de confianza donde las personas puedan pensar, decidir y actuar con responsabilidad.

En una empresa tecnológica, que acompaño como coach, un gerente comenzó a notar que el cambio permanente de estrategias lo estaba agotando. Cada semana debía revisar planes, ajustar prioridades y dar explicaciones diferentes a su equipo. Sentía que, cuanto más intentaba controlarlo todo, más se desordenaba el sistema. Hasta que decidió hacer algo distinto: en lugar de aislarse buscando respuestas, compartió con su equipo sus inquietudes y los convocó a pensar juntos. Abrió un espacio semanal para revisar los desafíos, escuchar ideas y definir decisiones colectivas. Lo que surgió lo sorprendió: las soluciones fueron más creativas, los acuerdos más realistas y el compromiso creció. En poco tiempo, descubrió que la confianza podía organizar mejor que el control.

En las escuelas ocurre algo similar. La directora que intenta controlar cada detalle termina agotada y paralizando la autonomía de su equipo. En cambio, cuando abre espacios de diálogo, distribuye decisiones y confía en las capacidades de los demás, lo que surge no es caos, sino compromiso. La confianza convierte la incertidumbre en terreno fértil para la colaboración.

¿Cómo se lidera desde la confianza en tiempos de incertidumbre?

  • Comunicación transparente: cuando no hay certezas, la claridad en la información genera calma.
  • Delegación consciente: confiar implica soltar el micromanagement y habilitar la responsabilidad compartida.
  • Aprendizaje continuo: el error deja de ser amenaza para convertirse en fuente de mejora.
  • Presencia y escucha: más que controlar, el líder que escucha detecta lo que el sistema necesita para adaptarse.

Liderar en la incertidumbre no significa resignarse al descontrol, sino confiar en la capacidad colectiva para adaptarse y responder con inteligencia frente a lo que cambia.

El cambio no es algo que haya que evitar, es el territorio mismo en el que hoy lideramos. Desde la confianza, ese movimiento permanente puede atravesarse con más serenidad, aprendizaje y creatividad.

El desafío del nuevo liderazgo es pasar de la certeza individual al aprendizaje compartido, para que la inteligencia del equipo se convierta en su verdadera fortaleza.

*Cecilia Inés Russo es Master Coach Ontológico Profesional y Directora de Aquí & Ahora Coaching y Consultoría