El mediocampista argentino Alejandro “Papu” Gómez vuelve oficialmente a las canchas tras cumplir una sanción de dos años por doping. Su suspensión, impuesta por la Comisión Antidopaje de España y avalada por FIFA, se origina en un control realizado en 2022 cuando se detectó la presencia de la sustancia prohibida terbutalina en su organismo.
Durante este período, el exjugador de Sevilla FC, Atalanta BC y AC Monza mantuvo su condición física entrenándose individualmente y, más recientemente, junto a conjuntos de ascenso en Italia.
Con 37 años y bajo contrato hasta junio de 2027 con Calcio Padova de la Serie B italiana, Gómez está habilitado para reaparecer oficialmente en el terreno de juego el próximo fin de semana, cuando su equipo reciba a Juve Stabia en el estadio Euganeo.
#Sonrie #PapuGomez ya cumplió con la sanción de dos años impuesta por la #ComisionAntidoping de #Espana. Luego de entrenarse por su cuenta, firmó contrato con un club de #Italia, donde volverá a jugar al #futbol. #Doping https://t.co/1DPdJQcBPI
— Crónica (@cronica) October 21, 2025
Este regreso representa no solo la vuelta al fútbol competitivo, sino también una nueva etapa profesional: Gómez deberá demostrar que, a pesar de la sanción y el paso del tiempo, aún puede contribuir en el campo y recuperar parte del protagonismo que tuvo en años anteriores.
Más allá del aspecto deportivo, el caso Gómez abrió un debate sobre los controles antidopaje, la responsabilidad de los jugadores y los protocolos en el consumo de medicamentos. Él mismo manifestó que la terbutalina provino de un jarabe para la tos de su hijo y que desconocía que estaba prohibida, al tiempo que cuestionó la severidad de la sanción en comparación con otras infracciones.
