Sanae Takaichi se convierte en la primera mujer en gobernar Japón y el mercado aguarda un fortalecimiento del yen

Sanae Takaichi, conservadora de línea dura, fue elegida el martes como la primera mujer en liderar el gobierno de Japón, rompiendo el techo de cristal político y preparando al país para un giro decisivo hacia la derecha.

Se espera que Takaichi, seguidora del ex primer ministro Shinzo Abe y admiradora de la británica Margaret Thatcher, retome el estímulo gubernamental en un intento por impulsar una economía lastrada por un crecimiento lento y el aumento de precios, analizó Reuters.

Takaichi, quien nombró solo a dos mujeres para su gabinete, recibió 237 votos en las elecciones del martes en la cámara baja del Parlamento, compuesta por 465 escaños, y posteriormente obtuvo una votación similar en la cámara alta, con menor poder.

Su victoria se aseguró después de que su Partido Liberal Democrático (PDL), que ha gobernado Japón durante la mayor parte de su historia de posguerra, acordó el lunes formar una coalición con el derechista Partido de Innovación de Japón, conocido como Ishin.

Juntos, a los partidos les faltan dos escaños para alcanzar la mayoría en la cámara baja. Esto significa que el éxito de Takaichi dependerá de que consiga la cooperación de más legisladores de la oposición.

El mercado sigue atento los primeros movimientos en Japón
Satsuki Katayama fue nombrada como próxima ministra de Finanzas de Japón, dando a los mercados motivos para hacer una pausa antes de presionar demasiado al yen, lo que también podría ayudar a la nueva primera ministra Takaichi a encontrar nuevas formas de financiar audaces planes de estímulo económico, dijeron analistas.

En una entrevista con Reuters en marzo, Katayama dijo que los fundamentos económicos de Japón sugieren que el valor real del yen está más cerca de 120-130 por dólar. Estos comentarios se hicieron cuando el yen había caído a alrededor de 150 frente al dólar por las expectativas del mercado de que el Banco de Japón (BoJ) actuaría con lentitud en el ajuste monetario.

En declaraciones a la prensa tras su nombramiento, Katayama afirmó que era deseable que los tipos de cambio se mantuvieran estables, reflejando los fundamentos. Declinó hacer comentarios sobre la política monetaria del Banco de Japón.

El nombramiento de Katayama se produce en un momento de aumento del coste de la vida, atribuido en parte al aumento de los precios de las importaciones provocado por la debilidad del yen. Estos factores han perjudicado a los hogares y la aprobación del partido gobernante.

Los mercados se centrarán en las opiniones de la ministra de Finanzas sobre si el BoJ debería seguir aumentando las tasas de interés, lo que podría incrementar los costos del servicio de la deuda de Japón, pero ayudar a mantener bajo control las fuertes caídas del yen.