
El canciller argentino Gerardo Werthein comunicó anoche al presidente Javier Milei su decisión de renunciar al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, según informaron fuentes oficiales.
La salida de Werthein se produce en un contexto de fuertes tensiones internas dentro del gobierno, donde confluyen factores políticos, estratégicos y de dinámica de poder. Entre los motivos señalados:
- El eventual desembarco en el gabinete del asesor presidencial Santiago Caputo provocó objeciones del canciller. Werthein había manifestado que no estaba dispuesto a “compartir espacio” con Caputo o quedar bajo su influencia directa.
- El malestar creció tras los cuestionamientos a Werthein por la fallida bilateral con Donald Trump, en la que el presidente estadounidense condicionó el apoyo financiero de su país a Argentina al éxito electoral del oficialismo. La situación había generado amplias repercusiones internas.
Desde la Cancillería se reconoció que Werthein estaba “cansado de que lo operen” desde redes sociales y medios, en particular por ataques provenientes de la tropa digital vinculada al asesor presidencial. Aunque la renuncia se informó como presentada anoche, diversos reportes señalan que Werthein había planteado con antelación que dejaría el cargo después de las elecciones legislativas del 26 de octubre, salvo que se modificara su situación interna.
La decisión ocurre en plena reorganización del gabinete diseñada por Milei de cara al período post-electoral.
La renuncia de Werthein abre varios interrogantes para la política exterior argentina:
- La futura designación del nuevo canciller cambiará el rumbo de las negociaciones internacionales en un momento clave para el país.
- El episodio pone en evidencia las tensiones estructurales entre asesoría presidencial, comunicación digital y el manejo institucional del Ministerio de Relaciones Exteriores.
- La salida también podría reconfigurar los vínculos con Estados Unidos, Brasil y otros actores globales, en un escenario donde Argentina buscaba aumentar su cuota exportadora de carne y mejorar acuerdos comerciales.
Declaración del propio Werthein
Según fuentes, Werthein habría expresado que en su entorno consideraba que la dinámica interna actual —con “operaciones” digitales y cuestionamientos continuos— ya no le permitía desempeñar el cargo con la autonomía que pretendía.
La renuncia de Gerardo Werthein marca uno de los primeros choques graves dentro del gobierno de Javier Milei en materia diplomática, en medio de una agenda internacional cargada y una transición política que atraviesa varias incógnitas.