El líder progresista brasilero atraviesa un momento de estabilidad económica y altos niveles de popularidad, mientras la oposición busca reordenarse tras la condena de Jair Bolsonaro y la falta de un sucesor con peso nacional.
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, confirmó hace unos días que se presentará para disputar un cuarto mandato en las elecciones de octubre de 2026. “Voy a disputar un cuarto mandato en Brasil”, dijo Lula a su homólogo indonesio Prabowo Subianto, al término de una reunión bilateral en Yakarta como parte de su visita de Estado, según el discurso divulgado por la Presidencia.
“Mi mandato termina en 2026, al final del año, pero estoy preparado para disputar otras elecciones”, dijo el líder brasileño, que cumplirá 80 años la próxima semana. “Estoy con la misma energía de cuando tenía 30”, agregó.
Tras la visita a Indonesia, el presidente brasileño viajó a Malasia para participar de la cumbre de líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), donde se prevé un posible encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Lula gobernó en dos períodos consecutivos entre 2003 y 2011. Volvió al poder tras vencer en los comicios de 2022 a Jair Bolsonaro, a quien en 2023 la Justicia le prohibió ser candidato hasta 2030 y en septiembre lo condenó a 27 años de prisión por tentativa de golpe de Estado. El líder del Partido de los Trabajadores postuló a la presidencia tres veces sin éxito antes de ganar los comicios de 2002. En 2018 por una condena por corrupción no pudo competir, la misma fue anulada por el Tribunal Supremo en 2021.
Lula había dado indicios de que se presentaría para un nuevo mandato si es que tenía buen estado de salud. Todavía no está definido quién será su principal rival desde la derecha, donde ya han manifestado su intención de presentarse políticos como el gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema; o el de Goiás, Ronaldo Caiado.
Según el último sondeo de la consultora Atlas Intel, la aprobación de Lula llega al 51,2 en lo que significa el máximo nivel desde enero de 2024. La desaprobación, por su parte, se redujo ligeramente en 0,2 puntos porcentuales, situándose en 48,1%, su valor más bajo desde noviembre del año pasado. Por su parte, las evaluaciones positivas sobre el desempeño del gobierno de Lula superaron las negativas por primera vez desde noviembre de 2024. La valoración positiva creció 1,8 por ciento superando de 46,2% a 48%, mientras que el 47,2% considera el desempeño de Lula como negativo, una leve caída respecto del 48% del mes anterior. En efecto, Lula lidera todos los escenarios de primera vuelta para las elecciones presidenciales de 2026.
