El intendente de Quimilí, Diego Ponti, describió con preocupación la magnitud del temporal que azotó la ciudad en las últimas horas, dejando un panorama de destrucción y familias damnificadas.
“El viernes, alrededor de las 8:30, comenzó un fenómeno meteorológico de lluvias intensas y vientos huracanados que se extendió durante toda la noche. Se registraron más de 120 milímetros de agua caída, la caída de árboles, voladuras de techos en más de 100 viviendas y calles completamente anegadas”, detalló el jefe comunal.
Ponti confirmó además que no hubo víctimas fatales, pero que los daños materiales fueron de gran magnitud. “Tuvimos zonas de la ciudad sin energía eléctrica durante más de 12 horas, y también sin servicio de internet, porque el viento tumbó antenas y afectó la red en su totalidad”, explicó.
Desde el primer momento, el municipio trabajó junto al Cuartel de Bomberos Voluntarios, Defensa Civil y el Gobierno de la Provincia, que activó el Comité de Emergencias para asistir a las familias damnificadas. “Estamos recorriendo los barrios y ayudando a quienes más lo necesitan. El Polideportivo también sufrió la voladura del techo, pero lo más importante es que no tenemos que lamentar heridos”, remarcó Ponti.
La tormenta, con características similares a un tornado, fue una de las más fuertes registradas en los últimos años en Quimilí, y dejó en evidencia la necesidad de reforzar la infraestructura ante fenómenos climáticos cada vez más intensos.
