La tranquilidad de la ciudad de Forres se vio alterada por una grave denuncia de abuso sexual en el ámbito escolar, donde una adolescente de 14 años habría sido víctima de un compañero de su misma edad dentro del establecimiento educativo. La situación salió a la luz después de que la menor se negara a asistir a clases, motivando la preocupación y posterior denuncia de su familia.
La madre de la adolescente, de 40 años, notó las primeras señales de alarma cuando su hija le comunicó de manera tajante su decisión de no regresar al colegio, negándose a dar explicaciones. Este comportamiento coincidió con un aislamiento notorio: la joven pasaba largos periodos encerrada, mostraba tristeza y había reducido el contacto con amigos y familiares.
Fue en el consultorio de su psicóloga donde la víctima finalmente rompió el silencio y detalló el calvario que estaba sufriendo. Según su testimonio, un compañero de clase la venía hostigando, levantándole la pollera del uniforme al pasar y, en ocasiones, manoseándola en sus partes íntimas. La menor precisó que estos actos se cometían en momentos y lugares donde presumiblemente no había vigilancia.
La joven víctima relató que había confrontado al acusado en varias ocasiones, exigiéndole que cesara las agresiones. Sin embargo, en lugar de detenerse, el agresor habría escalado el hostigamiento a la amenaza, advirtiéndole que si revelaba los hechos, él “le haría cosas peores”.
Esta amenaza fue, según la adolescente, la principal razón por la que no pudo compartir la situación con su familia antes, y el motivo fundamental de su negativa a regresar a la escuela mientras el acusado continúe asistiendo.
Al tomar conocimiento de los “aberrantes hechos”, la madre de la víctima decidió confrontar a la familia del presunto agresor. La progenitora del acusado le manifestó su impotencia, reconociendo que su hijo “se le fue de las manos” y que carece de control tanto sobre su educación como sobre sus acciones.
Tras el relato, la madre de la menor formalizó la denuncia en la Comisaría Nº 52. La causa fue inmediatamente elevada a las autoridades de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual de Banda y Robles.
Fuentes judiciales confirmaron que el Ministerio Público Fiscal ya ha tomado intervención y ha ordenado una serie de medidas procesales orientadas a la recopilación de pruebas y el esclarecimiento de los hechos, dada la gravedad de la denuncia que involucra a dos menores de edad en un contexto de abuso y acoso escolar.
