Un reconocido médico de 82 años denunció a su hija, abogada residente en la ciudad de Rosario, por los presuntos delitos de privación ilegítima de la libertad y amenazas calificadas. Según su declaración, la mujer lo habría internado en un geriátrico “en contra de su voluntad” y lo habría amenazado con “pegarle un tiro” y velarlo “en un cajón barato”, en el marco de una disputa familiar vinculada a su herencia.
El denunciante, identificado como D.G., vive en el barrio Rosso de Añatuya, departamento General Taboada. La investigación se encuentra a cargo de la fiscal Alejandra Sobrero y el médico cuenta con el patrocinio de un abogado local.
El relato del denunciante
En su presentación judicial, el médico sostuvo: “Me encuentro lúcido y en pleno uso de mis facultades mentales (se adjuntan certificados médicos). A lo largo de mi vida logré construir con mucho esfuerzo un patrimonio importante, resultado de mi trabajo profesional y de mi conducta honesta. Sin embargo, desde hace unos meses soy víctima de un accionar abusivo, violento y manipulador de parte de mi hija”.
El profesional explicó que el 20 de julio pasado, su hija lo trasladó desde Añatuya a Rosario bajo el pretexto de realizarle un chequeo médico de rutina. Sin embargo, una vez allí, lo habría internado en un geriátrico “sin consentimiento libre y válido”, configurando —según sus palabras— “una privación de libertad en contra de mi voluntad”.
Describió la situación como un “régimen de encierro, bajo vigilancia y sin posibilidad de retirarse por sus propios medios”. Agregó que logró escapar con ayuda de su pareja y un abogado, regresando posteriormente a su domicilio en Añatuya.
Tras su retorno, el médico afirmó que comenzaron nuevas amenazas por parte de su hija, lo que lo llevó a realizar nuevas denuncias judiciales. También manifestó que notó la desaparición de una importante suma de dinero, tanto en pesos como en dólares.
Medidas solicitadas
En la presentación judicial, el abogado del profesional solicitó una restricción perimetral para la hija denunciada, prohibiéndole cualquier tipo de acercamiento o contacto con el médico y su pareja.
Además, pidió la provisión de un botón antipánico para ambos, con el fin de garantizar una respuesta policial inmediata ante posibles agresiones o intentos de ingreso al domicilio.
La Fiscalía analiza el pedido, y según trascendió, podría disponer el otorgamiento del dispositivo en las próximas horas. También se requirió que se obtengan los registros de llamadas y mensajes de la denunciada, así como los informes del geriátrico donde el médico habría sido internado, a efectos de sumar pruebas.
Finalmente, se solicitó que el denunciante sea citado nuevamente para ampliar su declaración y aportar documentación y testigos. El caso se mantiene bajo estricto hermetismo judicial.
