La histórica remontada de Palmeiras ante Liga de Quito no solo le dio al “Verdao” el pase a una nueva final de la Copa Libertadores, sino que reabrió un fuerte debate: ¿debería mantenerse Lima como sede del partido decisivo o trasladarlo a Brasil, ya que la final será entre Palmeiras y Flamengo?
El encuentro definitorio está programado para el 29 de noviembre en el Estadio Monumental de Lima, pero horas después de la clasificación del conjunto paulista comenzaron a circular versiones sobre una posible mudanza del escenario por tratarse dos equipos del mismo país.
El propio presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Samir Xaud, alimentó la expectativa al dejar abierta la posibilidad de un cambio:
“El diálogo es constante; es la base de nuestra gestión. Si beneficia a los clubes, la CBF lo apoyará y procuraremos hacerlo de la mejor manera posible”, expresó Xaud tras el partido en el Allianz Parque.
El dirigente confirmó además que las ciudades de Brasilia y Belém ya manifestaron formalmente su interés en albergar la final:
“Ambas expresaron su voluntad por iniciativa propia; no hubo conversación previa con la CBF. Depende de ellos (Palmeiras y Flamengo). Si los clubes lo solicitan, estaremos abiertos al diálogo con la CONMEBOL”, agregó.
Por ahora, el organismo sudamericano mantiene a Lima como sede oficial, aunque reconoció internamente que una definición 100% brasileña podría motivar revisiones logísticas y de seguridad.
La história vuelve a repetirse: Palmeiras y Flamengo se verán las caras nuevamente en una final de Libertadores, como ocurrió en 2021 en Montevideo, cuando el “Verdao” se consagró campeón con un gol de Deyverson en tiempo suplementario.
El nuevo capítulo de esta rivalidad promete no solo una batalla dentro de la cancha, sino también una intensa disputa fuera de ella, con la sede de la gran final todavía bajo análisis.
