El Liverpool volvió a sonreír en Anfield Road tras varias semanas de frustración. Con un triunfo por 2-0 ante Aston Villa, el equipo de Arne Slot consiguió un valioso respiro en la Premier League, cortando una racha de seis derrotas en los últimos siete partidos.
El encuentro comenzó cuesta arriba para los Reds, que volvieron a mostrar dudas defensivas en el inicio. A los 5 minutos, Morgan Rogers estrelló un remate en el palo y, poco después, Matty Cash exigió una gran intervención del arquero Giorgi Mamardashvili, que evitó la caída de su arco.
A pesar de los apuros, Liverpool se mantuvo en partido y generó sus propias chances. Dominik Szoboszlai probó de tiro libre, pero Emiliano “Dibu” Martínez respondió con una notable atajada. Sin embargo, cuando todo indicaba que el primer tiempo terminaría sin goles, llegó el error que cambiaría el destino del partido.
En tiempo de descuento, Dibu Martínez cometió una falla insólita: intentó jugar corto desde el fondo, pero entregó el balón directamente a Mohamed Salah, quien no perdonó y definió con el arco vacío para el 1-0.
El golpe fue letal para el Aston Villa. En la segunda parte, el conjunto visitante perdió precisión y confianza, y los Reds aprovecharon el momento. A los 57’, Alexis Mac Allister asistió a Ryan Gravenberch, cuyo disparo se desvió en Pau Torres y descolocó nuevamente al arquero argentino para el 2-0 final.
El triunfo llega en un momento clave para Liverpool, que rompe su mala racha y suma 18 puntos, ubicándose en el tercer lugar, aunque todavía a siete unidades del líder Arsenal.
Para el Dibu y el Aston Villa, en cambio, fue una noche para el olvido: un error que costó caro y que deja al equipo de Unai Emery fuera de los puestos de clasificación europea.
