Cientos de familias se reúnen en los cementerio locales para celebrar la “Alumbrada”, como cada 1 y 2 esta emotiva conmemoración se mantiene viva en el norte argentino.
El Día de los Fieles Difuntos es una fecha cargada de simbolismo para quienes creen en la vida más allá de la muerte. En Santiago del Estero se honra a los que ya no están en este plano con una tradición conocida como la alumbrada. Esta tradición se realiza cada 1 de noviembre, un dia en el que se cree que el portal entre la vida y la muerte es más delgado o difuso , un día donde los cementerios de la provincia se transforman en lugares de encuentro, se prenden velas en los nichos, iluminando o alumbrando a los muertos, suena la música preferida por los difuntos, se come en familia, se recuerda y sobretodo se conmemora la vida de quienes ya no estan.

Según Luis Garay, Director del Instituto de Lingüística, Folklore y Arqueología: “para muchos santiagueños, este rito no marca un fin definitivo, sino un paso entre dos mundos que permanecen en comunicación”. La cercanía, la oración, el ofrecimiento y el compartir con quienes trascendieron convierten a las alumbradas en un espacio de “unión de las almas”, como reza una conocida canción.

Durante el 1 de noviembre se estima que más de 3 mil personas pasan por cada cementerio, la mayoría en horario nocturno. Este gran movimiento también es aprovechado por los comerciantes y puesteros en la puerta del lugar, vendiendo desde velas y flores hasta comidas típicas y accesorios diversos.
