Una violenta tormenta azotó este viernes a la provincia de Misiones y zonas fronterizas con Brasil y Paraguay, dejando un panorama de destrucción a su paso. Dos tornados, confirmados por especialistas meteorológicos, causaron severos daños materiales en distintos puntos del nordeste argentino y del sur brasileño.
El fenómeno se originó a raíz de un frente frío que generó un sistema de tormentas severas. El primero de los tornados afectó a Dionisio Cerqueira —localidad limítrofe con Bernardo de Irigoyen— y el segundo a Río Bonito do Iguaçu, en el estado brasileño de Paraná. Ambos provocaron voladuras de techos, caída de árboles, vehículos volcados y postes derribados.
De acuerdo con los expertos, el tornado registrado en Río Bonito do Iguaçu alcanzó una intensidad estimada entre las categorías F1 y F2 de la Escala Fujita, con vientos de entre 120 y 180 km/h.

En territorio misionero, el temporal afectó principalmente a los municipios de Campo Grande, 25 de Mayo, Colonia Alberdi, Leandro N. Alem, Villa Bonita y General Alvear. En estas zonas se reportaron ráfagas que superaron los 100 km/h, caída de árboles y postes de energía, además de interrupciones prolongadas en el suministro eléctrico.
El Centro de Operaciones Policiales de la Dirección General de Seguridad informó que las afectaciones se concentraron en las jurisdicciones de las Unidades Regionales II (Oberá), IV (Puerto Rico) y XI (Aristóbulo del Valle). Equipos de emergencia y personal policial trabajaron para asistir a las familias damnificadas, despejar rutas bloqueadas y restablecer los servicios básicos.
Pese a la magnitud del fenómeno, las autoridades confirmaron que no se registraron víctimas ni heridos, aunque advirtieron que las tareas de reparación podrían extenderse varios días debido a la gravedad de los daños.
