En vísperas de un nuevo Superclásico del fútbol argentino, una historia de pasión, respeto y amor por el juego se volvió viral. Rubén Zerda, reconocido hincha de River Plate, cumplió uno de los mayores sueños de su vida: conocer a Juan Román Riquelme, el máximo ídolo de Boca Juniors.
Lo curioso es que Rubén, pese a tener tatuado el escudo de River en una pierna, lleva en la otra la imagen de Riquelme haciendo el Topo Gigio, gesto emblemático del “último diez”. “Al que no le gusta Román, no sabe nada de fútbol”, había dicho tiempo atrás en una entrevista a las afueras del Monumental, en la previa del Superclásico por la Copa de la Liga 2024.
El esperado encuentro se dio anoche, a la salida del Teatro Colón, durante un evento en el que participaron dirigentes de ambos clubes. Rubén esperó a Riquelme y, cuando finalmente lo vio, se acercó emocionado para mostrarle su tatuaje y pedirle una firma justo debajo de la imagen.
“Yo soy enfermo fanático de River, pero para mí Riquelme es el mejor diez de la historia. Es mi ídolo”, le dijo al actual presidente de Boca. Román, sorprendido y con una sonrisa, le respondió: “¿Si?”. Luego de firmarle la pierna, ambos se fundieron en un abrazo, y Riquelme incluso le pasó su número de teléfono para que lo agendara.
Rubén contó que su admiración por el exfutbolista lo llevó a visitar varias veces los entrenamientos de Boca, solo para verlo jugar de cerca. “Fui tres veces al predio, pero solo para ver a Román. Si me invita, voy sin dudar. Por Riquelme, olvidate”, confesó.
Antes de cerrar, dejó una reflexión que rápidamente se ganó el aplauso de los hinchas de ambos clubes:
“No es una guerra, es fútbol. El que sabe de fútbol tiene que apreciar a los buenos jugadores.”
Su historia es un recordatorio de que, más allá de los colores y las rivalidades, el respeto por el talento y la pasión por el fútbol pueden unir incluso a los corazones más divididos.
