Un community manager inventó una beca y llevó engañadas a tres jóvenes a un “viaje estudiantil”: las grababa en el baño
IMAGEN ILUSTRATIVA.

La tarde caía sobre San Salvador de Jujuy cuando tres jóvenes, nerviosas y confundidas, se acercaron a un puesto policial en la Ciudad Cultural. Minutos antes habían hecho un hallazgo aterrador: el reloj del baño donde se alojaban ocultaba una cámara espía. Aquella escena fue el desenlace de una trama que había comenzado semanas antes con una falsa promesa de becas educativas y terminó con una investigación por trata de personas y tenencia de material de abuso sexual infantil.

El caso es investigado por la Unidad Fiscal Federal de Jujuy, que imputó a G.F.F., de 19 años, por trata de personas con fines de explotación sexual agravada y tenencia de material de abuso sexual infantil. El joven, especialista en redes sociales y community manager de un centro de estudiantes de un colegio secundario, fue detenido en la capital jujeña el 23 de septiembre, tras la denuncia de las víctimas.

Según la investigación, el acusado engañó a tres jóvenes —dos de ellas menores de edad— con una supuesta convocatoria de becas para participar en la Fiesta Nacional del Estudiante. Bajo esa excusa, las llevó desde una localidad santafesina hasta Jujuy, donde las alojó en un departamento alquilado en el barrio Alto Padilla.

El programa de becas era completamente falso. Para hacerlo creíble, el acusado había creado páginas web, flyers y documentos apócrifos, incluso con la dirección de la Casa de Gobierno de Jujuy, valiéndose de sus conocimientos informáticos y del uso de inteligencia artificial.

Las tres jóvenes llegaron a Jujuy el 22 de septiembre. Durante los primeros días, participaron de actividades relacionadas con la tradicional fiesta estudiantil. Pero todo cambió cuando una de ellas intentó ajustar el reloj del baño y notó que no marcaba la hora: descubrió que escondía una cámara con micrófono incorporado.

Alarmadas, verificaron en internet las características del dispositivo y confirmaron que grababa video y audio. Lo dejaron en el balcón y enfrentaron al acusado, quien se mostró nervioso y dijo que debía salir “a consultar con los organizadores”. En ese momento, las víctimas acudieron a un puesto policial y contaron lo ocurrido.

Durante el procedimiento, el joven admitió la existencia de la cámara, pero mientras era trasladado en un patrullero, arrojó el dispositivo por la ventanilla. Los efectivos lo recuperaron y hallaron en su mochila la tapa del aparato.

Un peritaje preliminar reveló que la cámara contenía 15 videos y 68 fotos de las tres víctimas, registradas durante su estadía. También se hallaron imágenes de otras personas que podrían haber sido filmadas de igual modo, además de una gran cantidad de contenido de abuso sexual infantil (MASI).

Por estos hallazgos, la fiscalía amplió la imputación y solicitó pericias complementarias para determinar si el acusado produjo parte del material. También pidió analizar los dispositivos secuestrados: celulares, pendrives, discos externos, una computadora y una tablet.

En la audiencia de formalización, el juez federal de Garantías N°1 de Jujuy, Eduardo Hansen, avaló el pedido de prisión preventiva solicitado por el fiscal federal Federico Zurueta, del Área de Investigación y Litigio de Casos Complejos. El magistrado consideró que la gravedad del caso, la logística desplegada y la capacidad técnica del imputado implicaban riesgos procesales.