El incidente ocurrió en la sede del equipo de Franco Colapinto, en Francia. Los desconocidos rompieron una ventana y accedieron directamente a las oficinas de los ejecutivos, sin robar nada. La Policía investiga una posible maniobra de espionaje industrial.
A pocos días de finalizar la temporada de Fórmula 1, una noticia ajena al circuito sacude al paddock. Dos intrusos irrumpieron en la fábrica de Alpine, el equipo del argentino Franco Colapinto, y las autoridades francesas investigan un posible caso de espionaje industrial.
El hecho ocurrió el lunes por la noche en la planta que la escudería tiene en Viry-Châtillon, en el departamento de Essonne, Francia. Cerca de las 22 horas, dos personas rompieron una ventana del hall de entrada y lograron acceder al edificio.
Lo más llamativo es que no se llevaron ningún objeto de valor, sino que subieron directamente a la planta superior, donde funcionan las oficinas de los ejecutivos y la gerencia de Alpine.
“Varias puertas fueron forzadas, lo que indica que los intrusos intentaron ingresar a diferentes áreas del complejo”, explicó una fuente policial al diario francés.
El episodio duró apenas unos cinco minutos, según las primeras pericias, y no se registraron ni víctimas ni daños materiales importantes. “Todo está bien. No había empleados presentes en ese momento”, indicaron desde el equipo francés.
Sospechas de espionaje industrial
La División de Delitos Territoriales (DCT) tomó intervención en el caso y los investigadores forenses ya trabajan en el lugar para determinar qué buscaban los intrusos. Aunque por el momento no hay detenidos, los indicios apuntan a una maniobra de espionaje, teniendo en cuenta el contexto que vive el equipo.
Alpine, que actualmente utiliza motores Renault, se encuentra en plena transición técnica y pasará a equiparse con propulsores Mercedes a partir de 2026. Este cambio estratégico —clave para su futuro en la F1— podría haber motivado el interés de terceros en acceder a información confidencial.
Desde el entorno de la escudería intentaron llevar calma, pero admiten preocupación por el incidente. “No hubo robo, pero queremos saber qué hacían allí y por qué subieron directamente a la dirección”, señaló una fuente cercana a la investigación.
El caso mantiene en alerta a la Fórmula 1 y podría derivar en medidas de seguridad adicionales en los equipos, en un momento donde la competencia tecnológica y la información interna valen tanto como la velocidad en pista.
