El conflicto judicial que involucra a Sebastián Corti, conocido propietario de un gimnasio, suma capítulos. Actualmente se encuentra detenido tras la denuncia presentada por su pareja, quien aseguró haber sido lesionada y amenazada con la difusión de material íntimo. La Fiscalía lo acusa por lesiones leves calificadas y amenazas coactivas reiteradas en concurso real.
En paralelo, una joven allegada al imputado solicitó una eximición de prisión al considerarse posible sospechosa de un altercado con la denunciante, episodio que habría terminado con lesiones superficiales. Su abogado confirmó la presentación del pedido, que ya ingresó al Juzgado de Género y deberá tener fecha de audiencia, instancia en la que la fiscal decidirá si corresponde o no su detención.
Mientras esto ocurre, la situación del principal acusado se vuelve más delicada porque posee una condena en suspenso dictada hace cinco meses, también por un caso de violencia de género. En aquel proceso había aceptado un juicio abreviado y asumido reglas de conducta, entre ellas no cometer nuevos delitos relacionados con agresiones a una mujer.
Este antecedente abre la posibilidad de que se solicite la revocación del cumplimiento en libertad y que se ordene su alojamiento en una unidad de detención, lo que incrementa la preocupación en su entorno jurídico. La defensa trabaja para moderar las imputaciones y orientar el expediente hacia un escenario de excarcelación.
Por su parte, la fiscalía prepara la audiencia de prórroga, etapa clave para definir los próximos pasos en un caso que ya generó fuerte repercusión y cuyo desenlace aún es incierto.
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