La Roca no es avenida, ni ahí

Por Juan Manuel Aragón, director del blogspot Ramirez de Velazco

Un secreto que guardan muy cuidadosamente los santiagueños y quizás a ellos también les pasa inadvertido es que al nombrar una de sus arterias, la Roca, la llaman “avenida” y no “calle”, como corresponde. En efecto, no tiene ninguna característica de una avenida, no luce canteros en el medio ni platabanda y, entre Rivadavia y Alsina es de una sola mano. Además no es taaannn ancha. ¿Por qué le dicen avenida entonces?

Es simple, el centro de Santiago tiene veredas muy angostas y calles, como la Avellaneda, la Libertad y la Pellegrini también muy delgaditas. En contraste, la Roca que, en cualquier otra ciudad de la Argentina sería una calle más, a muchos les parece la 9 de Julio de Buenos Aires. Capaz que se estresan al cruzarla y todo.

Además, la Municipalidad permite estacionar en ambas veredas, eso nomás ya permite que los santiagueños la nombren como “avenida”. Pero ni ahí.

Es proverbial la mezquindad de espacios de la comuna capitalina, sobre todo en el centro. En la década del 80 hubo un concejal, dueño de una playa de estacionamiento en la San Martín, a quien la comuna obligaba a practicar el “retranqueo”. Para quienes no lo sepan, es la distancia obligatoria que debe dejarse entre una construcción y el límite del terreno (en este caso la vereda). Sirve para fijar cuánto “se tiene que correr hacia adentro” un edificio respecto del borde del lote. Se pretendía ensanchar las veredas, sobre todo teniendo en cuenta que la población crecía constantemente. Este concejal obligó a la Municipalidad a conservar la delgadez de las calles y Santiago se condenó a un centro estrechísimo, quizás por cien o doscientos años más. O hasta el Día del Juicio Final.

Frente a las apretadas calles del centro Santiagueño, muchas de ellas mal mantenidas, además la Roca refulge como anchísima avenida.

Y un detalle no menor es el hecho de que la Municipalidad haya decidido por sí misma, calificar la vía pública, ¿quién es el pintor de carteles de calles para decidir “esta es avenida y aquella no”? ¿Qué tiene que adjetivar las calles la comuna? Deje que la gente le diga calle, avenida, sendero, camino, corredera, paso. Pero, en fin, ¿no?, la comuna se tomó el atrevimiento, hace varios años ya de cambiarle el nombre a Juan Núñez de Prado, haciéndolo “del” Prado. Una mancha más qué le hace al tigre.

Otro día quizás se cuente aquí por qué se decidió sacar los colectivos de la Roca y volverlos a la Belgrano. Hay un entripado ahí que algunos conocen bien.