El financista Ernesto Clarens, arrepentido en la causa Cuadernos, aportó nuevos detalles sobre su vínculo con el fallecido secretario presidencial Daniel Muñoz, a quien —según declaró— le entregaba dinero proveniente de pagos ilegales aportados por empresarios.
En el requerimiento de elevación a juicio del fiscal Carlos Stornelli, leído este martes, Clarens recordó que Muñoz le pidió que comenzara a traer euros en billetes de 500 “porque ocupaban menos lugar” y que los encuentros solían darse en una habitación del Hotel Panamericano o en el edificio de Juncal y Uruguay, donde residía el matrimonio Kirchner.
La audiencia se realizó de manera virtual y comenzó minutos antes de las 14, aunque con algunas interrupciones por problemas de conectividad del Tribunal Oral Federal 7, que finalmente fueron subsanados. Desde esta semana, el juicio se desarrolla con dos audiencias por semana, los días martes y jueves. Durante la tarde estaba previsto continuar con la lectura de la declaración como arrepentido del también fallecido ex secretario presidencial Fabián Gutiérrez.
En su testimonio, Gutiérrez describió un sector puntual de la casa de los Kirchner en El Calafate que, entre los secretarios, identificaban como “el lugar donde estaba la historia”: una habitación oculta en un área inferior de la residencia donde se presumía que se guardaban los bultos transportados en los vuelos del Tango 01. Según relató, las valijas con candado que llevaba Muñoz se mantenían siempre bajo su custodia y eran tratadas con especial reserva durante los viajes de Buenos Aires a Santa Cruz.
El arrepentido también afirmó que, al llegar a la residencia, Muñoz ingresaba después de los Kirchner y el personal era retirado durante aproximadamente una hora. Aseguró que la misma dinámica se repetía en la casa de Río Gallegos, donde existía un espacio contiguo al gimnasio con características similares al de El Calafate. Gutiérrez, nacido en Las Heras en 1973 y asesinado en 2020, había sido secretario presidencial y declaró como imputado colaborador antes de su muerte.
El requerimiento fiscal incluye un capítulo titulado “la jefa”, donde se atribuye a Cristina Kirchner un rol central en la asociación ilícita investigada. Según la acusación, la entonces presidenta tenía “la capacidad efectiva de decidir cómo y qué hacer con los pagos realizados por los empresarios” y su liderazgo, junto al de Néstor Kirchner, habría sido el vértice del esquema de recaudación con entregas de dinero en los domicilios utilizados por el matrimonio.
De acuerdo con el cronograma del Tribunal, esta etapa de lectura de requerimientos continuará hasta el 2 de diciembre e incluye causas conexas como “La Camarita”, “Trenes” y “Corredores Viales”. Tras la feria judicial de enero, se estima que las 86 indagatorias comenzarán hacia febrero de 2026, con el sistema mixto ya definido: los acusados deberán presentarse presencialmente ante el Tribunal para la verificación de sus datos, mientras el resto de las partes podrá seguir las audiencias por vía remota.
Con este panorama, el debate oral podría avanzar durante todo 2026, y recién entonces se sabrá si los imputados colaboradores —entre ellos Clarens y los secretarios fallecidos— ratificarán o no sus declaraciones en esta causa emblemática de corrupción.
