A cinco años de la muerte de Diego Armando Maradona, el recuerdo de Lionel Messi volvió a poner en primer plano una relación que marcó a dos eras del fútbol argentino. Más allá del respeto mutuo, hubo momentos, gestos y vivencias que unieron para siempre al Diez con su heredero natural.
Maradona dirigió a Messi durante su etapa como técnico de la Selección Argentina entre 2008 y 2010, un período breve pero profundamente significativo. Uno de los instantes más recordados ocurrió el 28 de marzo de 2009, en su debut oficial como entrenador frente a Venezuela: ese día, Maradona le entregó a Messi la camiseta número 10, símbolo máximo del fútbol argentino y del propio Diego. Desde entonces, Messi la llevaría para siempre.
La relación se consolidó durante el Mundial de Sudáfrica 2010, torneo que Messi definió en más de una ocasión como “una experiencia inolvidable” bajo la conducción de Maradona. Entre charlas, gestos de apoyo y la clásica pasión del técnico en el banco, se forjó una conexión que trascendió lo deportivo.
Hubo también momentos más íntimos, como cuando en 2009 Maradona se quedó mirando a Messi practicar tiros libres y le dio consejos técnicos, o aquella oportunidad única en la que ambos compartieron cancha en el amistoso “La fiesta de las estrellas”, un recuerdo que Messi atesora con emoción.
Hoy, con una simple foto en blanco y negro, Messi volvió a homenajear al hombre que lo impulsó, lo guió y lo señaló como su sucesor. Un gesto sobrio que confirma que, aunque pasen los años, el lazo entre ambos sigue vivo en la memoria del fútbol y en el corazón de los argentinos.
