La paciencia de los vecinos del barrio Campo Contreras Viejo se agotó. Hacen un urgente y desesperado llamado a las autoridades por una situación que describen como “insoportable” y que lleva años sin solución: el desagote continuo y clandestino de dos piscinas que inunda la calle de forma permanente, generando graves problemas de salubridad y seguridad.
El foco del conflicto es una vivienda de la familia Enzo Canceco, donde se mantiene una instalación irregular que descarga el agua directamente sobre el cordón de la calle. Los vecinos confirman que hay un caño de desagote principal y un segundo caño de costado proveniente de otra piscina, lo que mantiene el flujo de agua constante.
Los residentes afirman estar “cansados de vivir en medio de la mugre” debido a la acumulación y el estancamiento del agua. El líquido putrefacto genera un olor nauseabundo y ha creado un criadero masivo de mosquitos, haciendo imposible la vida diaria.
La situación representa un riesgo constante para la seguridad vial:
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Peligro de Accidentes: “Llevamos años así, sin poder vivir. Muchas veces cayeron personas sin ir más lejos una señora se resbaló con su hijo en silla de ruedas y miles de accidentes a causa del agua que tiran,” relatan.
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Daño Estructural: La humedad constante está afectando los cimientos de las casas linderas. Los vecinos advierten que “la humedad es por abajo y se están hundiendo las veredas de la par de esa casa.”
Los denunciantes aseguran que han presentado múltiples quejas ante las autoridades, pero lamentan la inacción y la falta de una respuesta favorable. “Es una situación preocupante, pedimos que alguien nos ayude. Así no se puede vivir,” claman los vecinos, exigiendo la intervención urgente de la Municipalidad de la Capital y de las áreas de control para clausurar los desagotes clandestinos y poner fin a un foco de infección que lleva demasiado tiempo activo.
