La conocida empresa de electrodomésticos, Whirlpool, anunció recientemente el cierre de su planta de lavarropas ubicada en el Parque Industrial de Fátima, en Pilar. La decisión afecta a 220 trabajadores, se comunicó de manera sorpresiva hoy, y se enmarca dentro de una tendencia preocupante: la caída del consumo y el aumento de las importaciones en el mercado argentino.
Ocurre que, la compañía está en negociaciones con representantes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para establecer un paquete de salida que incluirá las indemnizaciones correspondientes junto con una suma adicional para los empleados afectados.
A pesar de esta drástica medida, Whirlpool aseguró que continuará sus operaciones comerciales y logísticas en Argentina, con el fin de seguir abasteciendo el mercado local con electrodomésticos, repuestos y servicios. La estrategia de la empresa, a partir de este cambio, será importar su mercancía.
Desde Whirlpool se comunicó que esta decisión representa una “reconfiguración estructural de la operación en la Argentina”. La firma de origen brasileño mencionó que concentrará su presencia en actividades comerciales y de servicio, garantizando así el suministro de productos y accesorios en todo el territorio argentino.
Por otro lado, la situación laboral también es tensa en la fábrica de ollas Essen, ubicada en Venado Tuerto, donde más de 30 empleados han sido desvinculados debido a la caída en la demanda. De los 34 despidos, 12 son de personal efectivo y 17 de personal eventual. Desde Essen enfatizaron que estas acciones no están relacionadas con la fabricación importada, sino que son una respuesta directa a la disminución de la demanda en el mercado.
El secretario general de la UOM de la seccional Venado Tuerto, Diego Olave, destacó que la empresa ha estado realizando desvinculaciones graduales durante los últimos meses, lo que agrava aún más la situación laboral en la región. ha comunicado recientemente el cierre de su planta de lavarropas ubicada en el Parque Industrial de Fátima, en Pilar. Esta decisión, que afecta a 220 trabajadores, fue anunciada el miércoles 26 de noviembre y se enmarca dentro de una tendencia preocupante: la caída del consumo y el aumento de las importaciones en el mercado argentino.
La compañía está en negociaciones con representantes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para establecer un paquete de salida que incluirá las indemnizaciones correspondientes junto con una suma adicional para los empleados afectados. A pesar de esta drástica medida, Whirlpool ha asegurado que continuará sus operaciones comerciales y logísticas en Argentina, con el fin de seguir abasteciendo el mercado local con electrodomésticos, repuestos y servicios. La estrategia de la empresa, a partir de este cambio, será importar su mercancía.
Desde Whirlpool se comunicó que esta decisión representa una “reconfiguración estructural de la operación en la Argentina”. La firma, que tiene origen brasileño, mencionó que concentrará su presencia en actividades comerciales y de servicio, garantizando así el suministro de productos y accesorios en todo el territorio argentino.
Por otro lado, la situación laboral también es tensa en la fábrica de ollas Essen, ubicada en Venado Tuerto, donde más de 30 empleados han sido desvinculados debido a la caída en la demanda. De los 34 despidos, 12 son de personal efectivo y 17 de personal eventual. Desde Essen enfatizaron que estas acciones no están relacionadas con la fabricación importada, sino que son una respuesta directa a la disminución de la demanda en el mercado.
El secretario general de la UOM de la seccional Venado Tuerto, Diego Olave, destacó que la empresa ha estado realizando desvinculaciones graduales durante los últimos meses, lo que agrava aún más la situación laboral en la región.
