Martín Palermo afronta uno de los retos más exigentes de su carrera como entrenador. El argentino, que asumió en Fortaleza en septiembre de este año tras las salidas de Renato Paiva y Juan Pablo Vojvoda, logró mejorar de forma notable el rendimiento del equipo, pero aun así continúa peleando por evitar el descenso en un cierre de temporada electrizante del Brasileirão.
Al momento de su llegada, el conjunto de Ceará se encontraba anteúltimo con apenas 15 puntos y hundido en la zona roja. Sin embargo, bajo la conducción del “Titán”, Fortaleza sumó 6 victorias, 4 empates y 4 derrotas, alcanzando 22 puntos en 14 encuentros y revitalizando sus aspiraciones de permanencia.
Ese repunte futbolístico le permitió escalar hasta el 18° puesto con 37 puntos, quedando a solo dos unidades de Vitória, el último equipo que hoy estaría logrando la salvación. Con tres fechas por disputarse, la lucha permanece abierta y cada partido se volvió decisivo para las aspiraciones del club.
Otro aspecto destacado del ciclo Palermo es el invicto de siete partidos que acumula su equipo: comenzó con un triunfo ante Flamengo en la fecha 30, siguió con cuatro empates consecutivos y se fortaleció con dos victorias recientes, frente a Bahía y Bragantino, que encendieron la ilusión de lograr la permanencia.
“El desafío prioritario es dejar a Fortaleza en Primera División y ese fue el mayor reto que me sedujo”, había afirmado Palermo en su presentación. Hoy, con un equipo revitalizado y una racha positiva, el entrenador argentino busca completar el milagro y salvar al club del descenso en el tramo final del campeonato brasileño.
