La consternación por la trágica pérdida de Camila Maguna, la joven madre de 20 años que luchaba por su vida tras un grave accidente vial en la Ruta 21, se ha convertido en un profundo y conmovedor acto de amor y generosidad.
Camila, oriunda de Clodomira, había sido internada con pronóstico reservado el miércoles pasado en el Centro Integral de Salud Banda (CISB), luego de que la motocicleta en la que viajaba junto a su pareja, Juan Mansilla, y su bebé, derrapara en circunstancias que aún se encuentran bajo investigación de la fiscal Cecilia Guido. “A ellos se le ha salido la cadena y ha quedado agarrada en el piñón. Y en eso han derrapado y Camila se ha llevado a la peor parte. Ella iba con su marido y su bebé de cuatro meses”, expresó a Info del Estero el tío de la joven.
Un adiós precoz y solidario
A pesar de los esfuerzos médicos, la joven sufrió politraumatismo grave con pérdida de conocimiento, lesiones en el tórax, columna y cervical. El viernes por la noche, los médicos diagnosticaron muerte cerebral. Según relató un familiar de la víctima, Camila finalmente falleció en la madrugada del sábado. Sin embargo, su joven vida no terminó allí. En un gesto de inmensa humanidad por parte de su familia, se autorizó la donación de órganos de Camila.
El ICUCAI en acción
La ablación se llevó a cabo durante la madrugada del sábado, en un procedimiento que se extendió desde la 1:00 hasta las 5:00. Un equipo médico especializado del ICUCAI, con profesionales provenientes de centros de referencia como el Hospital Italiano y el Hospital Garrahan, se hizo presente para realizar la extracción de órganos.
Este acto de altruismo permitirá que varios pacientes que esperaban por un trasplante tengan una nueva oportunidad de vida, convirtiendo el dolor de la pérdida en esperanza para otras familias.
El bebé y la investigación
Mientras tanto, su pareja, Juan Mansilla, sufrió golpes leves, y el bebé, que había presentado un golpe en la cabeza y escoriaciones, fue dado de alta el viernes por la mañana y se encuentra estable y fuera de peligro.
La comunidad de Clodomira despide a Camila, recordándola no solo por su precoz partida, sino también por el legado de vida que dejó a través de la donación de sus órganos, un acto que la convierte en una heroína silenciosa.
