La situación judicial de la contadora Soledad Castelli, empleada del Tribunal de Cuentas de la provincia, continúa complicándose. Mientras la Fiscalía a cargo de la Dra. Celia Mussi avanza con la investigación por un presunto desfalco superior a los $120.000.000, en las próximas horas se sumarían nuevas denuncias en su contra.
Según confirmaron fuentes judiciales vinculadas al Departamento de Delitos Económicos, al menos dos nuevas acusaciones formales serían presentadas hoy, lo que ampliaría el número de damnificados por las maniobras atribuidas a la profesional.
Castelli está imputada por una supuesta estafa vinculada a la frustrada compra de un vehículo de alta gama y al uso de cheques sin fondos, en perjuicio de Carlos Rubén Silva. De acuerdo con la investigación preliminar, Silva habría entregado importantes sumas de dinero para invertir en la adquisición de automóviles 0 km, operaciones en las que la contadora se presentaba como intermediaria confiable.
Como garantía, la acusada habría entregado cheques que, al momento de ser presentados en una entidad bancaria, fueron rechazados por falta de fondos, generando un perjuicio estimado en más de $120 millones.
El pasado viernes, por orden del juez de Control y Garantías Dr. Darío Alarcón y a requerimiento de la fiscal Mussi, se concretaron allanamientos en barrio Mosconi y en un inmueble ubicado sobre avenida Aguirre (sur), donde Castelli fue detenida. Durante los procedimientos se secuestraron un teléfono celular y documentación relevante para la causa.
Tras su aprehensión, otras personas habrían acudido ante los investigadores manifestando haber sido víctimas de maniobras similares. Algunos de ellos se encuentran hoy formalizando sus denuncias ante la fiscalía.
En tanto, Castelli será trasladada en las próximas horas al Ministerio Público Fiscal para prestar declaración indagatoria, imputada por los delitos de “estafa y amenazas en concurso real”. Las autoridades no descartan que el número de denuncias continúe en aumento a medida que avanza la pesquisa.
