La sesión especial por la jura de los diputados electos en el Congreso dejó una de las postales políticas más tensas de la jornada. El dirigente social Juan Grabois, recientemente electo legislador, transformó el tradicional acto protocolar en un mensaje directo hacia el presidente Javier Milei, quien observaba la ceremonia desde el palco presidencial.
Al finalizar su juramento, Grabois giró hacia la ubicación del mandatario y elevó su brazo izquierdo para realizar el saludo característico de la saga “Los Juegos del Hambre”, gesto simbólico asociado a la resistencia y la lucha contra la desigualdad. Luego cerró el puño en alto y culminó con los dedos en “V”, emblema del peronismo.

La escena no terminó allí. Mientras se retiraba del estrado, volvió a mirar hacia la bancada de La Libertad Avanza y realizó un gesto que generó polémica y comentarios en el recinto. Aunque inicialmente se especuló sobre a quién estaba dirigido, testigos indicaron que la destinataria fue la diputada libertaria Juliana Santillán, lo que elevó aún más el clima de confrontación.

El episodio se produjo en un contexto ya caldeado. Minutos antes, el bloque kirchnerista —alentado por el propio Grabois— respondió a los cánticos libertarios entonando “la Patria no se vende”, demostrando que la polarización marcará el tono del nuevo período legislativo. Mientras tanto, el oficialismo buscó mostrar cohesión al consolidarse como primera minoría con 95 diputados.
La intervención de Grabois irrumpió en la formalidad que intentaba sostener La Libertad Avanza y dejó en evidencia que la disputa política también se expresará en símbolos y gestos. Lo ocurrido anticipa un Congreso donde las tensiones entre el peronismo y el oficialismo libertario serán protagonistas en cada sesión.
