El número de trabajadores adheridos al monotributo creció de manera inesperada en lo que va de la gestión de Javier Milei en el Gobierno. Hoy 4,7 millones de argentinos son monotributistas, de los cuales, el 85% se registra en las categorías más bajas del régimen simplificado, sin posibilidades de crecimiento.
Así es como el monotributo se consolida como vía de escape a la informalidad, según planteaba a Ámbito Noelia Villafañe, contadora pública y titular de Monotributistas Asociados de la República Argentina (MARA). La profesional afirmó que esta forma de registro es “la única herramienta efectiva” para combatir la “distorsión” laboral que implica la clandestinidad, y que tiene a unos 8 millones de trabajadores sin ningún tipo de derechos, casi duplicando la informalidad de países de la región como Chile o Uruguay.
En medio de un debate sobre la reforma laboral, el Gobierno negó tajantemente los rumores sobre una posible eliminación del régimen simplificado. Sin embargo, señaló que los equipos técnicos continúan trabajando en una eventual reforma tributaria y modernización laboral.
Sobre esto, Villafañe pidió “evitar un aumento exorbitante en la cuota del monotributo”, ya que esto implicaría “una eliminación encubierta”.
En cuanto a las acusaciones de “enanismo fiscal” por parte de algunos especialistas contra los aportantes, señalados de “no querer facturar de más” para permanecer en el régimen simplificado, Villafañe sostuvo que la realidad es muy distinta: “Hay una economía de subsistencia, hay ingresos de hambre”.
“El clandestino aporta $0 al sistema jubilatorio, no le da nada al Estado, sin embargo, cobra una PUAM. El resultado es un 100% de gasto para el Estado”, enfatizó Villafañe, y remarcó que, hoy en día, el flujo de fondos para los jubilados recibe todos los meses el aporte de 2,4 millones de monotributistas que aportan al sistema de salud.
En este aspecto mostró la necesidad de alentar la formalidad. “El clandestino aporta $0 al sistema jubilatorio, no le da nada al Estado, sin embargo, cobra una PUAM. El resultado es un 100% de gasto para el Estado”, sostuvo y planteó que hoy en día, el flujo de fondos para los jubilados recibe todos los meses el aporte de 2,4 millones de monotributistas que aportan al sistema de salud.
