Lara Martínez, la niña que convirtió la disciplina en un sueño mundial 

Lara Martínez tiene solo 9 años, pero habla el mismo idioma que los grandes campeones: esfuerzo, disciplina y pasión. Su historia comenzó cuando apenas tenía 7 años, edad en la que muchos niños están descubriendo juegos, pero ella ya encontraba en el kick boxing un lugar donde desafiarse y crecer.

Desde entonces, cada entrenamiento fue un escalón hacia algo más grande. Bajo la guía de su mentor y entrenador, Franco Martínez, Lara no tardó en demostrar que lo suyo iba mucho más allá de una actividad recreativa. En muy poco tiempo ya acumulaba 20 peleas provinciales, nacionales e internacionales, siempre enfrentando rivales mayores y ambientes competitivos exigentes.

A los 9 años llegó su debut amateur, y con él, una de sus primeras grandes alegrías internacionales: la participación en un Campeonato Sudamericano en Paraguay, donde obtuvo una medalla de plata que marcó su camino y confirmó que estaba lista para más.

Pero su logro más sorprendente es uno que pocos consiguen: Lara alcanzó la graduación de cinturón negro, convirtiéndose en la única niña de su edad en lograrlo, fruto de años de compromiso, constancia y disciplina.

Mientras la mayoría descansa, ella entrena. Su rutina va de 22:00 a 00:00, siempre rodeada de competidores mayores, desafiando límites, hábitos y edad. Lara creció siendo “la más chiquita del grupo”, pero nunca miró hacia abajo: siempre hacia adelante.

Ese espíritu la llevó a vivir su momento más emocionante: la Federación WAKAM la seleccionó para representar al país en el Campeonato Mundial realizado en Concepción, Tucumán, donde se consagró como Campeona Mundial Kick Light Infantil, obteniendo su cinturón y escribiendo una página inolvidable para su corta, pero enorme carrera.

Hoy con  12 años, Lara Martínez ya inspira. Inspira a entrenadores, a familias, a compañeros y, sobre todo, a otros niños que sueñan con superarse. Porque ella demuestra que la edad no es un límite cuando el corazón va primero.