Claudia Banegas, de 36 años y radicada en el barrio Villa Suaya de La Banda, asegura vivir una tormentosa situación de hostigamiento por parte de su expareja. Se trata de Sebastián Ramírez, un conocido herrero que durante años la habría violentado y actualmente apartado de su hija adolescente.
Según relató la mujer a Info del Estero, en 2016 realizó por primera vez una denuncia en contra de su cónyuge, luego de que la golpeara salvajemente. Desde entonces habría perpetrado varios ataques más hasta el día de hoy y nunca obtuvo una respuesta satisfactoria por parte de la justicia.
La primera vez que acudió en busca de ayuda policial regresó sin saber qué hacer, ni a dónde ir, ya que la menor era solo una nena, y económicamente, dependían de él. “Él me veía y me amenazaba con que me iba a matar. Entonces, tras no poder lograr nada, yo he tenido que volver”, comentó tras explicar que tampoco podía acudir a su familia de origen, dado que su pareja se había encargado de aislarla de su madre y sus hermanas.

Desde entonces, la situación se agravó. Según recordó Claudia, la violencia tanto verbal, como física y sexual se volvió parte de la rutina y su hija creció en medio de ese ambiente. “Mi relación se ha basado en ser una empleada para él y ni siquiera tenía autoridad con mi hija; él hacía que ella le obedezca a él no más. Ella se ha criado viendo el maltrato, cómo nos hacía faltar comida, y nos ha corrido muchas veces de la casa”, contó la mujer.
Pese a estas situaciones, la adolescente no vive con su madre, sino con la familia de su ex. Pues, según explicó, el padre le “lavó la cabeza” para apartarla de su lado, denunciarla por abandono de menor y próximamente quitarle la casa en la que vive.
Este es un eje del conflicto, ya que la vivienda es de la pareja, pero está a nombre de Ramírez; es donde él tiene su taller de herrería y fue construida al lado de la casa de su suegra. Además, en paralelo a su casa construyeron una finca que, temporalmente fue manejada por Claudia.
“La hemos construido en pandemia y ese era mi ingreso, porque yo, a pesar que él trabajaba, yo tenía que hacer la comida, pagar la luz, los impuestos, de criar a mi hija, llevarla a la escuela, traerla, participar en todas las actividades con ella. Él nunca participó en nada de eso (…)”, señaló.
Sin embargo, en 2022, el hombre abandonó la casa y se instaló en una casa de campo que poseen en el Puestito de San Antonio y, de acuerdo a la información que le proporcionó la hermana de su ex, él había iniciado una relación con otra mujer.
A los fines de conocer la verdad, se fue hasta el inmueble y encontró las pertenencias de la mujer. Comentó además que en esa oportunidad filmó lo que había hallado, como ser ropa de la nueva pareja de su ex y la de su hijo.
“Vuelvo a mi casa y no le reclamo. Pero él me pregunta qué he ido a hacer ahí y me ha pegado. Yo le dejo pasar, pero le he dicho que, ya mujer de él, no quiero ser, que él haga su vida tranquilo, que me deje vivir tranquila con mi hija. Pero él me decía: ‘vos no te vas a ir, tienes que cuidar a la chica, que es tu prioridad’”, rememoró sobre la reacción del presunto agresor.

Con apoyo de la familia
Claudia recordó un conflicto en torno al manejo de la finca en el que fue agredida, incluso por la familia de su ex.
Como la propiedad posee una pileta, estaba decidida a ponerla en funcionamiento, por lo que buscó a alguien que pudiera encargarse del mantenimiento. Contactó a un joven que fue hasta la casa, pero a poco de iniciar su trabajo, fue interrumpido.
Alertado por su familia, Ramírez, llegó furioso al lugar y le exigió que se retire, ya que él no había autorizado las tareas. “El chico tenía miedo. Y le dice que lo disculpe, que había venido porque yo lo había hablado y yo le he tenido que pagar sin que haya hecho un mantenimiento”, relató.
Discutió con su ex, le reclamó que ese era su único ingreso y con el que pretendía garantizarle el sustento a su hija. Ante los reproches, el hombre comenzó a romper la bomba de agua y el entelado de la parte del quincho. Ella intentó frenarlo, pero recibió empujones y luego insultos y golpes por parte de la madre y la hermana del mismo.
Tras pedir ayuda a los gritos, la prima de su ex la llevó a realizar una denuncia. “Me revisa el médico forense y me ponen un botón antipánico. Cuando regreso a mi casa, él estaba sentado con la madre, comiendo y se reían”, afirmó.
Posteriormente, los agentes policiales llegaron a la vivienda y le solicitaron a Ramírez que se retirara. Antes de irse, la habría amenazado: “él me dice: ‘Vos no vas a hacer nada, sos una muerta de hambre, nunca has tenido nada. Vas a ir de ojotas a tu casa porque todo esto es mío’”.
A su vez, aseguró que iba a “coimear” a fiscales, jueces y la policía.
Alejada de su hija
Sobre la relación con su hija, Claudia, indicó que la adolescente tomó la decisión de estar con su padre. “Es caprichosa, no es como una nena. Tiene otra crianza, es como ellos (familia paterna), muy ambiciosa; le gusta mucho el tener plata y maneja mucha plata”, reveló y dijo que su padre se encargaba de otorgarle onerosas sumas de dinero.
“Lamentablemente, las cosas que él me hacía, ya no me dolía, pero estaba muy triste por la situación con mi hija”, contó. Asimismo, comentó que tuvo la posibilidad de hablar con una docente de la joven, quien le explicó que faltaba mucho a clases.

Enredos judiciales
A lo largo de los años, ambos presentaron denuncias y contradenuncias que no lograban una respuesta satisfactoria. Pues, los actores judiciales intentaron centrarse en la situación de la menor de edad y quién debía estar a su cargo.
El 22 de octubre de este año, Claudia llegó a su casa y se encontró con que su ex había cambiado todas las cerraduras. Su hermana, quien se había instalado en la vivienda para que no estuviera sola, le aconsejó hacer una denuncia.
Lo más extraño es que, al llegar a la Comisaría, una policía les explica que Ramírez se había presentado anteriormente con su abogado para denunciarla por “abandonar” a su hija. “’Ha dicho que usted es una borracha, consumidora, que su hija andaba en situación de calle’”, fueron las palabras con las que sorprendió la agente a Claudia.
Finalmente, por un dictamen de Fiscalía logró que le devolvieran la llave de su casa, aunque el hostigamiento no terminó. “Él nunca ha cumplido las leyes; venía a mi casa, sentaba a mi suegra, se iba haciendo lo que quería (…) De madrugada pasaba, me gritaba, me iba a golpear la puerta, o iba a golpear las ventanas…”, enumeraba sobre el accionar de su ex.
Harta de estas situaciones, Claudia apela a que la justicia se pronuncie para recuperar a su hija y vivir “en paz” en su casa. Recientemente interpuso “una acción de protección contra la violencia familiar a fines de octubre en el Juzgado de Familia de La Banda, a cargo de la Dra. Natalia Susana Taboada”. Si bien, se dictaron medidas, Ramírez no puede ser notificado hasta la fecha, “ya que la jueza no firma el oficio”, y tampoco tuvo audiencia con la damnificada, por lo que acusa una “mora judicial”.
Este viernes, Claudia hizo una nueva denuncia luego de que su ex la amenazara de muerte. Le dijo que iba a pasarle “con la camioneta por encima”. Desde Fiscalía, las instructoras Gabriela Restón y pilar Herrera, le pidieron que “espere que regrese el fiscal Mariano Gomez”.
La denuncia fue radicada el 22 de octubre de este año por amenazas y lesiones, a raíz de esto se dictaron medidas pero no las de acercamiento. Ahora, su ex se vale de eso para seguir amenazándola.
