Una docente del barrio Independencia denunció una compleja situación de acoso laboral y violencia simbólica que, según relató, se intensificó en las últimas semanas dentro del ámbito educativo donde se desempeña.
La mujer, de 53 años, se presentó en la Comisaría Primera y describió que su ambiente de trabajo se tornó “insostenible” luego de haber llevado ante el Consejo de Educación una presentación formal contra autoridades de su institución.
La denunciante se desempeña como preceptora en el Centro de Educación Secundaria para Adultos N.º 1. De acuerdo con su testimonio, desde que realizó aquella exposición administrativa comenzó a ser marginada y hostigada por un grupo de colegas.
Uno de los hechos que motivó su llegada a la dependencia policial ocurrió pocas horas antes: la retiraron del grupo de WhatsApp institucional, herramienta que utiliza a diario para organizar sus tareas. La docente afirmó que esa acción dificultó aún más su labor cotidiana y profundizó el clima hostil que vive en el establecimiento.
Tras recibir la denuncia, la fiscal de turno, Dra. Silvia Jaime, tomó intervención y ordenó medidas para avanzar con la investigación y evaluar el alcance de las situaciones descriptas.
