Alarma social en Argentina: la mayoría de los trabajadores ya gana menos que la canasta básica

Un lapidario estudio del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA) reveló la profunda crisis de ingresos en Argentina, confirmando la consolidación del fenómeno del “trabajador pobre”. Los datos demuestran que la mayoría de los ocupados recibe salarios insuficientes para cubrir las necesidades básicas de un hogar tipo.

El informe, al que accedió la Agencia Noticias Argentinas, estableció un umbral crítico: El 72% del total de los trabajadores (formales e informales) percibe un sueldo inferior a $1 millón de pesos por mes.

Este monto está notablemente por debajo de la Canasta Básica Total (CBT) para un hogar tipo, que en octubre de 2025 ascendía a $1.213.799 pesos.

La insuficiencia de ingresos no se limita a la precariedad laboral, sino que afecta a la totalidad del universo de asalariados y cuentapropistas, incluso a quienes tienen empleo formal y jornada completa.

Panorama por Sector

Sector Laboral Porcentaje con Ingresos < $1 Millón Situación
Total de Ocupados 72% Mayoría de trabajadores con ingresos bajo la CBT.
Asalariados Formales 58% Cerca de 6 de cada 10 formales no llegan al umbral.
Informales / Cuentapropistas 88% – 89% El fenómeno es casi universal en la economía no registrada.

El informe es contundente: uno de cada cinco trabajadores formales (19,3%) con una jornada completa de 40 horas semanales es considerado pobre, demostrando que el empleo registrado ya no es un garante de movilidad social ascendente.

La crisis de ingresos se agrava por el continuo encarecimiento de alimentos y servicios, impulsado por la reducción de subsidios, que anula la capacidad de ahorro y presiona los presupuestos familiares.

Los investigadores destacan un cambio dramático en el impacto de los gastos esenciales:

Servicios como Devoradores de Ingreso: A fines de 2023, el gasto en servicios (gas, luz, agua) representaba apenas el 4% de un salario mediano. En 2025, ese mismo gasto escaló al 11% del salario mediano.

Esta situación condena a amplios sectores de la sociedad a la “pobreza residencial”, donde una porción creciente del salario debe destinarse a mantener servicios básicos y vivienda, dejando el ingreso restante por debajo de la línea de pobreza.

Como reflejo directo de esta insuficiencia, se observa un aumento en el pluriempleo, que ya afecta al 12% de los ocupados. Este dato subraya que incluso los asalariados formales se ven obligados a recurrir a ocupaciones adicionales para complementar sus ingresos y evitar caer en la pobreza.