Misterioso hallazgo en el Río Salado en cercanías a la Ruta 92: ¿brujería u ofrenda?

Por segunda vez en menos de tres meses, un extraño descubrimiento vuelve a inquietar a los vecinos de la zona del Río Salado. En plena noche, cuando la quietud domina el paisaje, un residente que caminaba cerca de la Ruta 92 se topó con una escena tan inusual como enigmática: un conjunto de objetos y alimentos acomodados cuidadosamente sobre un montículo de hojas y ramas en la barranca del río.

Velas rojas, girasol, maíz y otros elementos formaban lo que parecía ser una especie de altar improvisado. Los especialistas en prácticas espirituales o esotéricas no tardaron en señalar que este tipo de disposiciones suele relacionarse con rituales de brujería o con ofrendas destinadas a propósitos específicos.

Particular atención llama las velas rojas, un elemento cargado de simbolismo. Dentro de estas prácticas, se las asocia con la intensificación de la energía, la pasión y el deseo, así como con la valentía, la fuerza vital y la protección. Pueden utilizarse para atraer amor, fortalecer vínculos, impulsar proyectos o alejar energías negativas.

El hallazgo deja más preguntas que respuestas. ¿Alguien intenta convocar buena suerte? ¿Buscan amor, protección o simplemente agradecer? El misterio continúa flotando en el aire, y quizá solo el Río Salado sea el único testigo de la verdadera intención detrás de estos inquietantes rituales nocturnos.