La consagración de Estudiantes y los gestos que expusieron la tensión con la AFA

La final del Torneo Clausura 2025 dejó, además de la consagración de Estudiantes como campeón, una serie de gestos que reflejaron la creciente tensión entre la AFA y el club platense. Tras la victoria por penales sobre Racing, el equipo de Eduardo Domínguez levantó la copa, pero el verdadero foco de atención estuvo en la ceremonia de premiación, donde las relaciones frías entre el Pincha y la AFA marcaron el momento.

Uno de los episodios más comentados fue el saludo del entrenador de Estudiantes, Eduardo Domínguez, al presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia. Mientras algunos jugadores, como Ramiro Funes Mori y Lucas Alario, saludaron con un beso al mandatario, el DT fue mucho más distante: extendió la mano, pero sin mirar a Tapia, un gesto que rápidamente se viralizó y fue interpretado como un claro rechazo hacia la AFA, en un contexto de cruces y polémicas recientes entre ambos.

El gesto de Domínguez se produce en un marco de tensión entre Estudiantes y la AFA, especialmente después de las controversias sobre la sanción al club por el famoso “pasillo” en el Gigante de Arroyito y otros enfrentamientos públicos. Los hinchas y protagonistas del fútbol argentino interpretaron el acto como un respaldo a la postura del club en su enfrentamiento con la AFA, que ha estado marcado por declaraciones cruzadas, sanciones y acusaciones mutuas.

Por su parte, Claudio Tapia no evitó el protocolo y, aunque con una actitud más diplomática, felicitó al campeón a través de sus redes sociales. A las 1:04 de la mañana, el presidente de la AFA publicó un mensaje en X (anteriormente Twitter) y en Instagram, acompañado de una placa que decía “¡Felicitaciones campeón!”. En su mensaje, Tapia destacó el trabajo de Eduardo Domínguez, su cuerpo técnico, y todo el plantel de Estudiantes. El saludo, sin embargo, no evitó que el ambiente siguiera siendo tenso, dado el historial reciente de enfrentamientos entre el club y la AFA.

El episodio en la premiación no pasó desapercibido. Tapia, quien había sido insultado por los hinchas de Estudiantes durante la final en Santiago del Estero, se vio obligado a premiar a los jugadores del Pincha. La mayoría de los jugadores saludaron de forma protocolar, con solo algunos saludos más cercanos, como los de Funes Mori y Alario. Para el resto, la entrega de las medallas fue un acto distante, reflejando la incomodidad del momento.

El tenso intercambio entre Tapia y Domínguez, así como la actitud de los jugadores, quedó en la retina del fútbol argentino como uno de los episodios más recordados de esta edición del Torneo Clausura, donde la rivalidad extrafutbolística se destacó más que la propia competencia deportiva.