La importación de ropa usada tuvo una explosión en los primeros ocho meses del año. Ante esta demanda, el Gobierno decidió establecer nuevos controles aduaneros a los fines de evitar riesgos sanitarios.
Un informe de Ámbito reveló que el ingreso de prendas de “segunda mano” se multiplicó por 40 en el periodo antes mencionado. Según publicó este miércoles, tras acceder a una comunicación interna de la Aduana, el organismo anticipó que se requerirá documentación extra para las posiciones arancelarias de este tipo de productos.
Se trata de una medida que busca restringir fuertemente el procedimiento sin prohibirlo. Sucede que un informe del Ministerio de Salud confirmó que la importación de ropa usada puede traer aparejados riesgos sanitarios.
El informe que circula de manera interna, señala que “al momento de registro de destinaciones aduaneras se solicitará un nuevo documento AUTO-ROPA-USADA”. Lo consideran una acción “necesaria para poder evaluar los eventuales impactos que las importaciones de dichas mercaderías pudieran causar en materia ambiental y otros aspectos referidos a la salud pública”.
Así es que se establece una nueva regulación para las posiciones arancelarias 6309.00.10 y 6309.00.90 que comprenden a la ropa usada y otros. De acuerdo a una fuente consultada por el medio porteño, “es una forma de frenar la escalada sin prohibir las importaciones, que sería algo incómodo para el discurso de este Gobierno en materia de política comercial”.
“En definitiva lo que vamos a ver hacia adelante es una fuerte caída del volumen porque cuando se ponen este tipo de controles se apunta a trámites que no sean sencillos de completar, sobre todo cuando se evalúa que el producto puede traer aparejados riesgos sanitarios”, explicó el funcionario que acercó la documentación.
