La final de la Copa Intercontinental quedará marcada como una noche amarga para Agustín Rossi. El arquero argentino, figura clave de Flamengo en la consagración de la Copa Libertadores, tuvo una actuación olvidable frente a París Saint-Germain, con dos errores determinantes que condicionaron el desarrollo del partido y terminaron siendo decisivos en la definición del título.
El primer aviso llegó temprano, cuando apenas se jugaban ocho minutos. Tras un mal pase hacia atrás de un compañero, Rossi salió apurado para evitar el córner, pero su rechazo fue corto y cayó en los pies de Fabián Ruiz, que definió de primera para marcar el 1-0. Inmediatamente, el arquero levantó la mano indicando que la pelota había salido del campo, y el VAR terminó dándole la razón: la jugada fue invalidada y se sancionó córner. Aun así, el error encendió las alarmas y puso al argentino bajo la lupa.
Sin embargo, el momento más crítico llegó sobre el cierre de la primera mitad. Un centro rasante de Désiré Doué encontró a Rossi mal posicionado y con una salida defectuosa. El arquero dejó la pelota corta dentro del área y Khvicha Kvaratskhelia solo tuvo que empujarla para marcar el 1-0 a favor del PSG. De rodillas, Rossi se lamentó por una falla que le permitió al conjunto europeo irse al descanso en ventaja y manejar el complemento con mayor tranquilidad.
Hasta ese momento, el encuentro había sido parejo, con ambos equipos disputando la posesión y sin grandes diferencias en el juego. El error del arquero terminó inclinando la balanza en favor del equipo parisino.
En el segundo tiempo, Flamengo logró reaccionar y llegó al empate gracias al penal convertido por Jorginho, lo que llevó la definición al tiempo suplementario y, posteriormente, a los penales. En la tanda desde los doce pasos, Rossi consiguió atajar un remate, manteniendo con vida al Mengao por unos instantes.
No obstante, su esfuerzo no fue suficiente. Del otro lado apareció la gran figura de la noche: Matvey Safonov, arquero del PSG, quien atajó cuatro penales y selló la consagración del conjunto francés.
Así, una final que podía haber sido consagratoria para Rossi terminó convirtiéndose en una actuación para el olvido, marcada por errores puntuales que pesaron más que su atajada en la definición y dejaron a Flamengo con las manos vacías.
