El automovilismo mundial atraviesa horas de profundo dolor tras confirmarse la muerte del histórico piloto de NASCAR Greg Biffle, quien falleció junto a su esposa y sus dos hijos en un accidente aéreo ocurrido en el aeropuerto regional de Statesville, en Carolina del Norte, mientras la aeronave intentaba aterrizar. Por el momento, las autoridades investigan las causas del siniestro.
La trágica noticia sacudió al ambiente del deporte motor y generó una inmediata reacción de la organización NASCAR, que expresó su pesar a través de un comunicado oficial. “La familia de NASCAR está devastada por la pérdida de Greg Biffle, uno de nuestros 75 mejores pilotos de la historia y un ejemplo de compromiso humano dentro y fuera de las pistas”, señalaron desde la cuenta oficial del campeonato.
Según confirmaron, en el avión viajaban Biffle, su esposa Cristina y sus hijos Emma y Ryder. La información fue dada a conocer por Garret Mitchell, amigo cercano de la familia, quien expresó su dolor en redes sociales al confirmar que se dirigían a pasar la tarde juntos.
Diversas figuras públicas también se pronunciaron tras conocerse el hecho. El congresista de Carolina del Norte Richard Hudson destacó no solo la trayectoria deportiva del piloto, sino también su calidad humana y su permanente vocación solidaria. “Greg fue un gran campeón que emocionó a millones, pero sobre todo una persona extraordinaria que dedicó su vida a ayudar a los demás”, afirmó.
Greg Biffle fue una de las grandes leyendas de NASCAR. A lo largo de su carrera, iniciada a mediados de la década del 90, consiguió 19 victorias en la Cup Series y acumuló 56 triunfos en las tres principales categorías de la competencia. En 2023 fue elegido como uno de los 75 mejores pilotos de la historia de la categoría y había sido nominado al Salón de la Fama, aunque nunca logró ingresar.
Tras su retiro, Biffle se destacó por su labor humanitaria. En 2024 participó activamente en operativos de rescate en helicóptero tras el devastador paso del huracán Helene por el oeste de Carolina del Norte, uno de los fenómenos climáticos más mortales en Estados Unidos desde el huracán Katrina.
Al momento de su fallecimiento, Biffle tenía 56 años y estaba próximo a cumplir 57 el 23 de diciembre. Su muerte deja un vacío inmenso en el automovilismo y un legado que trasciende las pistas.
