Juan Román Riquelme tomó una decisión central en la planificación deportiva de Boca para 2026. El presidente definió que el Consejo de Fútbol continuará funcionando sin cambios estructurales y con una conducción acotada, encabezada por él mismo y por Marcelo Delgado en el rol de manager.
En el esquema diario de trabajo, Delgado seguirá siendo la principal referencia operativa del área de fútbol y el nexo directo entre el cuerpo técnico, el plantel profesional y la dirigencia. Tras la salida de Mauricio Serna y Raúl Cascini, el exdelantero quedó como la pieza clave del sector, un rol que se mantendrá durante la próxima temporada.
Con esta determinación, Riquelme descartó sumar nuevas figuras al Consejo, una posibilidad que había sido evaluada en los últimos meses. Distintos nombres con pasado en el club fueron considerados, pero finalmente la conducción optó por sostener el actual modelo de gestión.
El funcionamiento del área se completará con tres delegados designados por el club, cuyos nombres no fueron informados, que cuentan con capacitaciones específicas en transferencias y gestión de mercados de pases. A su vez, el Departamento de Legales continuará interviniendo en las negociaciones contractuales.
En la evaluación interna de la dirigencia, Delgado es considerado una figura inamovible, tanto por la confianza política y personal que mantiene con Riquelme desde 2019 como por su desempeño en la gestión. La reestructuración del Consejo y algunas desvinculaciones recientes del plantel fueron interpretadas como decisiones orientadas a descomprimir el clima interno.
En paralelo, Boca mantiene como prioridad la definición del futuro del entrenador. Claudio Úbeda continúa bajo análisis y la dirigencia se tomó un plazo adicional antes de resolver su continuidad o avanzar por otro perfil. Al mismo tiempo, se trabaja en la planificación de la pretemporada y en el armado del plantel, con un mercado de pases activo y múltiples contratos por resolver.
