Confirman que el avión de Greg Biffle se estrelló antes de aterrizar

El impacto inicial del trágico accidente aéreo que terminó con la vida de la leyenda del NASCAR Greg Biffle, su familia y otras tres personas se produjo antes de que la aeronave alcanzara la pista de aterrizaje. Así lo confirmaron investigadores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB), que encabezan la investigación del siniestro ocurrido el jueves por la mañana en el Aeropuerto Regional de Statesville, en Carolina del Norte.

Según explicaron las autoridades en una conferencia de prensa, el Cessna Citation 550 bimotor impactó primero contra un poste de luz ubicado a unos 550 metros del umbral de la pista, luego contra árboles, otros dos postes de iluminación y finalmente contra la valla perimetral del aeropuerto, antes de detenerse cerca del inicio de la pista. “Sí, el avión cayó al suelo antes de llegar a la pista”, confirmaron desde la NTSB.

En el accidente murieron Greg Biffle, su esposa Cristina Grossu Biffle, sus hijos Emma (14 años) y Ryder (5), además de Craig Wadswort, Dennis Dutton y su hijo Jack, quienes también viajaban a bordo.

Recuperaron la caja negra y analizan quién pilotaba el avión

Los investigadores lograron recuperar la grabadora de voz de la cabina, que será analizada en Washington DC y permitirá esclarecer qué ocurrió dentro de la aeronave durante los minutos previos al impacto. No obstante, uno de los primeros interrogantes sigue siendo quién estaba al mando del avión, ya que tres de los ocupantes contaban con licencia de piloto.

“Hasta el momento no hemos podido verificar quién pilotaba el avión”, señaló el investigador Michael Graham. Biffle había obtenido su certificación para volar aviones multimotor hacía apenas nueve meses, pero esa licencia no le permitía comandar el vuelo en solitario. Dennis Dutton, en cambio, contaba con licencia de piloto de transporte aéreo, aunque debía volar acompañado de un segundo al mando, rol que podría haber ocupado su hijo Jack, recientemente habilitado como piloto monomotor.

Vuelo breve, giro brusco y regreso de emergencia

De acuerdo con datos de la Administración Federal de Aviación (FAA), el accidente ocurrió a las 10:15 del jueves 18 de diciembre. El avión estuvo en el aire apenas diez minutos. Tras despegar, realizó un giro abrupto de 180 grados para regresar al aeropuerto, lo que indicaría que surgió un problema poco después del despegue.

“La aeronave hizo un giro inicial a la izquierda, seguido de otro giro hacia el este para volver al aeropuerto, aproximadamente cinco minutos después del despegue”, explicó el investigador Dan Baker, de la NTSB.

Los registros de vuelo muestran importantes fluctuaciones de velocidad y altitud. El avión ascendió rápidamente desde unos 550 metros hasta 1220 metros y luego comenzó a descender de forma pronunciada, hasta encontrarse a apenas 200 metros del suelo instantes antes del impacto.

Condiciones meteorológicas y posibles fallas

Una de las hipótesis principales apunta a las condiciones climáticas. Si bien el vuelo se realizaba bajo reglas de vuelo visual, al momento del accidente había techos bajos, nubosidad y llovizna intensa en la zona. “La meteorología es uno de los factores que vamos a analizar muy de cerca”, sostuvo Graham.

Testigos indicaron que el avión volaba “muy bajo” en los momentos previos al choque. Además, se conoció que Cristina Grossu Biffle alcanzó a enviarle un mensaje a su madre minutos antes del impacto: “Estamos en problemas”, escribió, sin poder volver a comunicarse.

Sin llamado de emergencia

Otro aspecto que analizan los investigadores es por qué no se realizó una llamada de emergencia. El experto en seguridad aérea John Cox sugirió que los pilotos podrían haber estado demasiado ocupados intentando controlar la aeronave o resolviendo la falla. También se evalúa la posibilidad de que el problema no haya sido considerado inicialmente como una emergencia.

El fuego posterior al impacto consumió gran parte del fuselaje y las alas del avión. Los restos quedaron esparcidos a lo largo de un campo de escombros de aproximadamente 550 metros. Ambos motores fueron hallados entre los restos principales.

La NTSB difundirá un informe preliminar dentro de los próximos 30 días, mientras que las conclusiones finales podrían demorar entre 12 y 18 meses. Entretanto, familiares, fanáticos del automovilismo y el mundo del deporte continúan conmocionados por la pérdida de una de las figuras más emblemáticas del NASCAR.

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