Lo que comenzó como un romance que desafiaba prejuicios, terminó en una grave acusación. Una mujer de 91 años denunció por estafa a su pareja, un empresario gastronómico de 54 años, quien se habría apoderado de manera ilegítima de un departamento céntrico, un campo en La Banda y de realizar una importante extracción bancaria sin su consentimiento.
Mediante abogados, la mujer llevó el caso ante la fiscal Norma Matach. Allí sostiene que el hombre actuó como un “gigoló” que, tras ganarse su confianza, procedió a despojarla de su patrimonio.
La relación se desarrolló con una intensidad inusual. Según el relato de la denunciante, el empresario entró en su vida y rápidamente “pintó” un escenario de amor idílico que incluyó promesas y un viaje a Brasil.
Quienes desconfiaban absolutamente del romance, eran los familiares de la mujer que no veían buenas intenciones en el empresario. Y no estaban errados.
El punto de quiebre ocurrió hace unos días, cuando el sujeto llevó a la víctima a una escribanía. De acuerdo a su versión, creía entonces firmar un “poder administrativo” para que su pareja gestionara sus bienes.
Sin embargo, los documentos formalizaban una donación de un departamento y del campo de la víctima a favor del empresario.
Con la rúbrica, el hombre se convirtió en el titular de propiedades cuyo valor de mercado supera los $120.000.000. Tras el estallido del escándalo familiar, el empresario se defendió asegurando que la donación fue una decisión consensuada y ajena a las presiones de los sobrinos de la mujer.
La fiscalía abrió una causa para determinar la validez legal de los documentos. Sin embargo, el caso presenta otra complejidad, dado que los abogados buscan la nulidad por “vicio de voluntad”, pero los voceros judiciales señalan que la mujer de 91 años luce con sus facultades mentales óptimas. Esto podría favorecer la postura del empresario si se demuestra que ella comprendía lo que firmaba.
Por otra parte, la mujer no tiene herederos directos. Al no tener esposo ni hijos, la disputa se centra entre los sobrinos y la actual pareja.
El Ministerio Público Fiscal intentará desentrañar si existió un engaño deliberado para concretar la “doble donación” o si se trató de un acto de liberalidad de la anciana hacia su compañero.
