“Cada vez que llueve tememos lo peor”: el desesperado reclamo de una familia de Villa Ojo de Agua por inundaciones reiteradas

Un profundo y doloroso reclamo llegó al WhatsApp de Info del Estero a través de Soledad Cordero, vecina de Villa Ojo de Agua, quien expuso una situación que se repite desde hace más de una década y que ya dejó consecuencias irreparables para su familia.

Según relató, la vivienda de sus padres —ubicada en el barrio Norte, entre el polideportivo municipal, la terminal y un murallón de seis metros de altura construido por el dueño de un supermercado— quedó literalmente encerrada, sin una correcta vía de escurrimiento del agua. El muro solo cuenta con dos aberturas, insuficientes para permitir el paso natural del caudal cuando llueve, lo que provoca que el agua se acumule y termine ingresando a la casa.

La primera gran inundación ocurrió en marzo de 2014, cuando el agua alcanzó las ventanas y destruyó electrodomésticos y pertenencias. La humedad constante afectó gravemente la salud de su madre, quien enfermó de neumonía y falleció dos meses después. Sin embargo, el drama no terminó allí. En 2018, durante una tormenta, su padre sufrió un paro respiratorio en medio de una nueva inundación y murió. Luego, la familia encontró una carta en la que pedía que se gestionara una abertura más en el muro para permitir el paso del agua.

Pese a los reiterados pedidos, la solución nunca llegó. Soledad aseguró que el comerciante se negó a realizar una nueva abertura y que, si se continuaba con el canal, exigía que el municipio se hiciera cargo de los costos. Aun así, ninguna obra se concretó, pese a que, según afirmó, el municipio tendría facultades para intervenir. Hoy, en la vivienda reside un tío de 77 años, con secuelas de un ACV, y cada lluvia vuelve a poner su vida en riesgo: lo suben a una mesa para evitar que el agua lo alcance.

“Nosotros no estamos en contra de nadie, solo pedimos una solución”, expresó Soledad, visiblemente agotada. El canal, además, se encuentra lleno de basura y es foco de mosquitos. “Por ahí pasa gran parte del agua del pueblo. Queremos que mi tío viva dignamente sus últimos años y no estar pensando que cada vez que llueve tenemos que salir a rescatarlo”, concluyó, apelando a la sensibilidad de las autoridades para que, de una vez por todas, se realice la obra necesaria.

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