Finalmente, la Justicia procesó al gendarme Héctor Guerrero por las graves lesiones producidas al fotógrafo Pablo Grillo y por el abuso de armas, durante una marcha de jubilados el 12 de marzo último.
Así lo confirmó la Sala II de las Cámara Federal de Apelaciones con las firmas de los jueces Eduardo Farah, Martín Irurzun y Roberto Boico. Este último además, exigió que se profundice la investigación por las eventuales responsabilidades de las autoridades a cargo del operativo.
Vale recordar que el miércoles 12 de marzo, Grillo fue alcanzado en la cabeza por una cápsula de gas disparada por Guerrero cuando cubría los episodios alrededor del Congreso. Tras el episodio, ingresó al hospital en estado grave y desde entonces su recuperación no estuvo exenta de complicaciones.
El fallo de Cámara confirmó el procesamiento dictado en octubre por la jueza María Servini, quien había determinado que el gendarme realizó los disparos de manera prohibida, contraria a la que se permite por reglamento.
La magistrada aseveró en su fallo que Grillo “no estaba armado, no atacó a las fuerzas de seguridad y no representó una amenaza o riesgo suficiente para justificar el empleo de armamento hacia él o hacia el grupo de manifestantes que estaban por detrás de él”.
Por tanto, alegó dolo eventual, dado que el gendarme actuó de forma indiferente ante la posibilidad de causar un daño considerable y aceptó ese riesgo al disparar.
La justicia afirma que Guerrero actuó contra el reglamento, y hay registros fílmicos que indican que disparó de forma recta y no a 45°. Sin embargo, la entonces ministra de Seguridad y hoy senadora Patricia Bullrich defendió el accionar del oficial y sostuvo que actuó según el protocolo.
