“El jubileo no se termina aquí, comienza en una nueva corriente de vida mirando al futuro”: el mensaje de fin de año de Monseñor Bokalic

Con un mensaje cargado de reflexión, esperanza y mirada a futuro, el arzobispo de Santiago del Estero y Primado de la Argentina, monseñor Vicente Bokalic Iglic, compartió su mensaje de fin de año, en el que abordó el cierre del Jubileo de la Esperanza, el contexto social y económico del país y las líneas pastorales que marcarán el camino de la Iglesia en los próximos años.

El arzobispo destacó que la clausura del jubileo, que se realizará este fin de semana, 27 y 28 de diciembre, no implica un cierre espiritual, sino el inicio de una nueva etapa para la comunidad cristiana. En Santiago del Estero, la celebración diocesana de clausura tendrá lugar el sábado 27, a las 20 horas, en la Catedral Basílica, como un momento de agradecimiento por lo vivido.

Monseñor Bokalic recordó que el Jubileo, que se celebra cada 25 años, fue un tiempo de gracia especial orientado a renovar la fe y la esperanza, y a propiciar un reencuentro con “el Dios del amor, de la vida y de la misericordia”. En ese marco, valoró la participación de numerosos grupos y sectores de la Iglesia local, que tuvieron sus propias jornadas jubilares a lo largo del año.

Al mismo tiempo, subrayó que el verdadero sentido del Jubileo está en proyectarse hacia adelante. “Cuando se cierran las puertas no es para dejar atrás lo vivido, sino para dar paso a una nueva corriente de vida y esperanza que queremos seguir trabajando con nuestro pueblo”, expresó, remarcando que la celebración tendrá un fuerte acento en el futuro y en los desafíos pastorales que se avecinan.

Entender el jubileo dentro de la actualidad del país

En su mensaje, también hizo referencia al contexto social y económico, marcado por el ajuste impulsado por el Gobierno nacional, y a la necesidad de acompañar a los sectores más vulnerables en un escenario complejo. En ese sentido, mencionó su última reunión con el gobernador Elías Suárez, en la que dialogaron sobre la realidad provincial y la situación social.

Finalmente, el arzobispo reafirmó las orientaciones pastorales que la Iglesia diocesana viene trabajando desde hace algunos años, en sintonía con el llamado del papa Francisco y ratificado por el papa León. Entre ellas, destacó el fortalecimiento de una Iglesia en estado de misión, que salga al encuentro de las periferias geográficas y existenciales, y convoque a todos —obispos, sacerdotes, catequistas y laicos— a ser parte activa de ese camino.

“El Jubileo se cierra como celebración, pero continúa como compromiso”, expresó monseñor Bokalic, dejando un mensaje de esperanza y acción para el nuevo año.

Compartir