La emotiva despedida de Walter Montillo en la U de Chile: su hijo, protagonista de una noche inolvidable

Walter Montillo vivió una noche cargada de emociones en su partido despedida con la camiseta de la Universidad de Chile, club que marcó su carrera y con el que forjó un vínculo especial con los hinchas. A cuatro años de su retiro del fútbol profesional, el mediocampista argentino tuvo su merecido homenaje en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos, en un evento que trascendió lo deportivo y tocó fibras profundas.

El encuentro contó con la presencia de reconocidas figuras del fútbol, como Ezequiel Lavezzi y Juan Pablo Sorín, pero el momento más conmovedor llegó cuando ingresó al campo de juego Santino, hijo de Montillo. Vestido con la camiseta del “Chuncho”, el niño disputó algunos minutos y convirtió un gol, desatando la ovación de todo el estadio y transformándose en el gran protagonista de la jornada.

La escena tuvo un fuerte valor simbólico. Santino nació el 26 de marzo de 2010 y atravesó graves complicaciones de salud a raíz de una enfermedad intestinal que lo mantuvo al borde de la muerte y lo obligó a someterse a una compleja cirugía. En aquel difícil momento, la hinchada de la U acompañó a Montillo con un mensaje que quedó grabado en la memoria: “Aguante Montillo, fuerza Santino”. Pese al duro contexto personal, el futbolista decidió jugar ante Unión San Felipe y marcó un gol que terminó con Juan Manuel Olivera alzándolo en brazos frente a los hinchas, una imagen que volvió a cobrar vida 15 años después, esta vez con su hijo como protagonista.

Antes del inicio del partido, Montillo tomó la palabra y se mostró visiblemente emocionado. “Es un día muy importante. Agradezco mucho a la gente, a los periodistas por el respeto de todos estos años, a pesar de que ya hace tiempo que me retiré”, expresó. Además, dedicó un mensaje especial: “Los quiero mucho, no solo al hincha de la U, sino a todo Chile, que me ha tratado muy bien”.

Entre los invitados, Ezequiel Lavezzi también dejó su testimonio y destacó el clima vivido en el estadio. “Fue un placer disfrutar con Walter este momento único y con la gente, porque vino muchísima gente a acompañarlo. Es algo muy lindo”, señaló.

La despedida de Walter Montillo fue mucho más que un partido homenaje. Fue una celebración de la vida, de la superación y del lazo irrompible entre un futbolista, su familia y una hinchada que supo acompañarlo en los momentos más felices y también en los más difíciles.

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